No podía ser de otra manera. Cataluña es España. Y desde Cataluña, justo cuando la agresión separatista cobra más fuerza contra la unidad de la nación, dos hechos históricos nos sobrecogen este fin de semana por su auténtica afirmación de la total pertenencia al sentir y ser de España.
Ayer, día de la Fiesta Nacional, día de la Hispanidad, día de la Virgen del Pilar, más de 100.000 catalanes se manifestaban por la unidad nacional, no por la Constitución ni contra el separatismo como afirman algunos despistados o interesados medios. Los catalanes que ayer salieron de sus casas lo hicieron sobretodo por España. Ha sido todoun aviso para esos políticos del imperialismo nacionalista y corrupto que están jugando con cuestiones que tocan el sentir más íntimo de millones de españoles.
Y hoy domingo tiene lugar la impresionante ceremonia de beatificación de 522 mártires de la persecución religiosa en España entre los años 30 y 39. Miles de personas (casi 30.000) seguían presencialmente la Misa que otros muchos miles podíamos ver en 13 televisión.
España es una tierra bendecida por la sangre de los mártires. La Iglesia ha beatificado más de 1000 mártires asesinados durante la persecución religiosa en España en los años treinta. Era un plan de exterminio de la Iglesia. Estos hermanos mártires no eran combatientes, no eran provocadores, no pertenecían a ningún partido político. Eran pacíficos. Fueron matados por odio a la fe, porque creían en Dios, porque tenían a Jesús como único tesoro, más que la propia vida. Su apostolado era la educación, el cuidado de enfermos, el amor y el perdón para todos...¿Cómo se explica su valentía hasta dar la vida por Cristo? Además de la gracia divina esto se explica por una adecuada formación al sacerdocio. Entonces eran preparados para el peligro mortal con una pedagogía martirial. La Iglesia no quiere olvidar a estos valientes, sino que los honra públicamente y pide su intercesión. La Iglesia no busca culpables. La celebración de hoy quiere gritar al mundo que la humanidad necesita paz y concordia y que nada justifica la guerra. Con su mansedumbre los mártires desactivaron las armas y vencieron al mal con el bien, decía el Cardenal Amato (Congregación para la Causa de los Santos) en su profunda homilía de hoy.
Sobre los mártires de la persecución durante los años treinta o mártires del Siglo XX, por englobarse dentro del plan totalitario con el cristianismo, acaba de publicarse Holocausto Católico de Santiago Mata, está en Amazon 9€, La Esfera de los Libros. Os dejo link a una magnífica entrevista al autor.
La homilía ha sido tan profunda que, por momentos, ha sido oscura al escamotear la verdad. Una cosa es que la Iglesia no busque culpables y otra que esconda la realidad. Porque un joven que no supiera la historia de España deduciría, seguramente, que a los martires los mató el franquismo tal vez -no me extrañaría nada. No se dice quienes tenían ese plan de exterminio, ni se dice que todos los mártires murieron en la zona roja.
ResponderEliminarLa adecuada formación -formación al sacerdocio incluída-, requiere el conocimiento de la realidad histórica y de la verdad. Con la ocultación de la verdad, la nula formación, no podemos quejarnos del estado de cosas que tenemos.
Aun tú dices "mártires de la persecución durante los años treinta"; pero la Conferencia Episcopal con su lenguaje melifluo de medias verdades, para que la jauría izquierdista no se dé por aludida y no se enfade, lo encubre bajo el manto de "mártires del siglo XX". Lo que hay es una táctica del empate, de la equidistancia imposible.
La Conferencia Episcopal obstruyó el acto al impedir la entrada de pacíficas pancartas o banderas -del Sagrado Corazón, por ejemplo. Previamente se habían convocado protestas contra la beatificación por grupos como "Coordinadora por la laicidad y la dignidad" que censuraba el acto tildándolo de "insulto a la memoria y a la historia".
Otro grupo, "Església Plural" ya había manifestado (convenientemente) su miedo a que el acto se convirtiera en una exaltación españolista -es sintomático que proteste ante esto, pero calle cuando las manifestaciones separatistas se manifiestan en el Monasterio de Montserrat o en Ripoll con la complicidad de religiosos.
Y en esa línea escamoteadora está 13tv o Cope.
Desde luego, el que no se emociona es porque no quiere; y el 12-O en la Pza. de Cataluña se reunieron muchas emociones; pero el tanto cara a la galería se lo apuntaron los "constitucionalistas". Realmente fue una concentración partidista reivindicativa de unos derechos constitucionales. Para esos "constitucionalistas", si España es A, defenderán A; pero si España resulta B tras una modificación, atenderán esa opción B, pues así lo dicta la norma suprema. España objeto de debate, materia de envite político, causa de negociación partidista. ¿Es eso España?
Y conste que también me emocioné, pero creo conveniente que no nos engañemos respecto a la realidad. Porque conozco un caso de haber sido zarandeado tras el Acto en las inmediaciones de la Pza. de Cataluña al llevar la bandera española, arrebatándosela. De manera que el miedo y la presión separatista continúa para quienes estamos en Cataluña. ¿De qué sirve la "emoción", los "sentimientos"? ¿Qué es el separatismo sino un mero "sentimiento"?...