jueves, 26 de febrero de 2015

'1980', de Iñaki Arteta: memoria histórica del terrorismo etarra

La sociedad tiene una memoria de pez que limita con la complicidad. Así de claro. Es lo que uno siente tras contemplar, espantado, el repaso que hace el nuevo documental de Iñaki Arteta, estrenado el pasado lunes en Telemadrid.

En el esclarecedor y oportuno trabajo del artista vasco, esclarecedor porque nos enseña lo que ocurrió, y oportuno porque nos impacta en los momentos en que culminan tantas cesiones ante los terroristas, se repasa uno de los años más crueles de la historia de ETA, en los que asesinó a casi cien españoles. La tensión era máxima: en el comienzo de la Transición la democracia intenta abrirse camino con las amenazas de una grave crisis económica, la total falta de colaboración de Francia en la lucha contra los terroristas y de unos políticos luchando de forma sectaria por el poder. Con toda precisión, en la película se llega a afirmar que aquél clima de peligrosa inestabilidad supuso el caldo de cultivo para el golpe del 23 de febrero de 1981.

Lo que más me ha impresionado es la búsqueda de la objetividad mediante la participación de diferentes personas que aportan su particular visión de los hechos. En el documental podemos contemplar la frivolidad -aunque Dios me libre de juzgar a quienes vivieron aquellos terribles días- de una familia extorsionada que afirmaba que si tú pagabas te quedabas tranquilo; podemos visualizar la insoportable comprensión y cuasi justificación del terrorismo etarra por parte del que fuera obispo de San Sebastián Monseñor Setién -el que llegó a decir a María San Gil que un padre no quiere igual a todos sus hijos-; podemos sufrir con la tragedia de un director comercial extorsionado y amenazado por ETA por no ser separatista mientras que sus hermanos, dueños de la misma empresa, quedaban libres de la persecución terrorista porque se afiliaron al PNV; podemos recordar, con las declaraciones de otro empresario, que ETA se desarrolló en una sociedad que la comprendía y justificaba. Durante todo el trabajo no deja de recordarse el silencio sobre las víctimas, los funerales a escondidas a los que no iban los amigos del asesinado por miedo a que les identificara la ETA, los soplones siempre tan necesarios para acometer los crímenes y la constante crueldad que siempre se decía sobre quien había caído a manos de los terroristas: algo habrá hecho.

El terrorismo de ETA, como he insistido en muchos artículos, no hubiera sido nunca posible sin una serie de ingredientes que comparten responsabilidad con los asesinos: la ideología separatista del odio a España, la izquierda que siempre consideró legítima la lucha de ETA utilizando la excusa de que era la lucha contra una dictadura, la colaboración de diversos servicios secretos internacionales y el amparo de Francia hasta mediados los años ochenta, el ambiente social cobarde y la pasividad de toda una sociedad hedonista que prefería mirar para otro lado. Recomiendo ver y difundir este trabajo, para reflexionar sobre un pasado reciente que marca aún nuestra convivencia porque nunca podrá ser positiva sin memoria, dignidad y justicia.

domingo, 22 de febrero de 2015

Yo fui masón, recomendable libro de actualidad



Comentario al libro de Maurice Caillet, Libros Libres, Madrid 2008.

(La Masonería al descubierto, recomiendo leer esta reseña sobre el mismo libro, de Carmelo López-Arias, publicada hace años en El Semanal Digital).



Anoche terminé un breve libro de total actualidad, muy interesante, un testimonio personal de un alto funcionario francés, médico, afiliado al Partido Socialista y miembro destacado de la Masonería francesa que acabó convertido a la fe católica de una manera sorprendente a finales del siglo XX y que ahora dedica su vida a hacer el bien a los demás,  aplicando sus conocimientos médicos y su experiencia vital a ayudar a decenas de personas que precisan salud de cuerpo y alma...

Este médico, director de una importante clínica, divorciado, se hizo miembro de una logia y logró rápidos ascensos profesionales gracias a los hermanos masones, entró en política y colaboró activamente con las políticas que introdujeron el aborto en Francia. El doctor Caillet vivía con una enfermera de su hospital de la que se había enamorado. La enfermera comenzó a padecer graves úlceras intestinales que no se podían curar y tuvo que dejar el trabajo. La enfermedad se agravaba y pidió a su pareja que le llevara a Lourdes. El médico, racionalista, accedió sin darle importancia,  ya que no podía creer en nada sobrenatural, nunca había recibido formación cristiana ni el bautismo y jamás podría aceptar los conocidos milagros de la Virgen. Ella, en cambio, había sido educada en la fe aunque apenas practicó nunca la religión. Mientras ella se bañaba en las piscinas del agua de Lourdes, él entró en la Iglesia con curiosidad; inmediatamente se manifestó Dios removiendo su interior con una propuesta impactante:

-Yo puedo curarla, pero ¿qué vas a hacer tú por mí?

Hubo trato y la conversión fue inmediata. Desde entonces el doctor se fue alejando de la Masonería comprendiendo la incompatibilidad de su fe con los postulados racionalistas y relativistas de los masones. Logró resolver sus problemas con el Derecho Canónico para poder casarse con su amada enfermera, que había sido curada el día de su conversión. En la boda ella le confesó que mientras tomaba el baño en las aguas milagrosas pidió a Dios por la conversión de su amante.

El matrimonio dedica sus vidas a trabajar para ayudar a madres embarazadas evitando abortos y a investigar sobre la correlación entre la salud del alma y del cuerpo. Para ello fundó un centro médico que busca resolver las enfermedades físicas causadas por desórdenes morales o graves disgustos, cosa realmente apasionante y que no podemos negar que suele producirse. Además de todo ello, el doctor Caillet ha escrito numerosos libros para explicar su itinerario vital, su conversión y qué es realmente la Masonería, sus objetivos de poder mundial y la incompatibilidad entre el cristianismo y la pertenencia a las logias. Conclusión: un libro muy recomendable en estos tiempos en que parece que van ganando quienes aspiran a imponer el nuevo totalitarismo mundial del relativismo.

domingo, 15 de febrero de 2015

De votantes traicionados a votantes cómplices

De votantes traicionados a votantes cómplices

(Dedicado a Carmen, por decir la verdad)

Percibo en el ambiente de la derecha social el éxito del timo de Podemos, burbuja inflada por el sistema (lean aquí 'Podemos seguir manteniendo el régimen', de mayo de 2014) que ahora están desinflando. El timo es burdo, y como ven, lo pudo detectar hasta el autor de este blog, y así lo he comentado en diferentes colaboraciones en los medios. Basta observar cómo a toda prisa se intenta pinchar el monstruo hiperactivo en las teles de la casta que sabe censurar lo que de verdad no interesa... Es que no hay familia tradicional española que en la comida del domingo después de Misa, es decir, de derechas de toda la vida, discuta sobre la necesidad de apoyar o no al PP, dados sus engaños, traiciones, corrupciones, excarcelaciones, abortos y ataques a la propiedad. Efectivamente, hablamos de las acciones típicas de un partido de izquierdas.

Sucede que las generaciones que vivieron la prosperidad del desarrollismo de Franco y  la estabilidad hasta Zapatero, siguen confiando en el régimen del consenso porque, hay que entenderlo, les ha ido muy bien. Es cierto que en su comodidad no quiere percibir todas las minas sembradas desde los años setenta y que pueden estallar todas de golpe: una educación de baja calidad, un aumento de la cultura relativista, una confianza ciega en el Estado, un destrozo de la familia, una progresiva desindustrialización y un desprecio del patriotismo. Esas generaciones no quieren comprender a los que sí tenemos que meternos en política, pasando de aquella famosa recomendación del Caudillo, para defender valores y principios que consideramos sagrados.

Con todo ello, muchos de la derecha perdonan a Rajoy lo que criticaron a Zapatero, a saber: aborto, 'matrimonio' gay, excarcelaciones de terroristas, marginación de las víctimas de ETA, silencio sobre la masacre enmarañada del 11M, ataques a la familia, subidas brutales de impuestos, corrupción creciente, ley de memoria histórica... Recuerden que algunos salieron numerosas veces a la calle para protestar contra las medidas radicales del PSOE que hoy justifican cuando las mantiene el PP.

Así, a muchos votantes del Partido Popular vamos a tener que pasar de considerarles votantes traicionados (aunque no tanto porque aquí pueden leer '¿Para qué quieres ganar Mariano?, de octubre de 2011) a acusarles de ser votantes cómplices de la peor traición a España desde que se llamó a los musulmanes a principios del siglo VIII.  Mediten y reflexionen, porque aún estamos a tiempo de actuar, y este año es decisivo para la supervivencia de una España unida que aún respete lo que siempre fue y debe ser. Por cierto, cuanto más les moleste este artículo será que tengo más razón y como algunos son muy brutos y otros muy acomplejados, para que luego no digan que no les aviso, les diré que no aciertan si cambian PP por Ciutadans o UPyD, porque los tres son socialistas, federalistas, laicistas y abortistas. Que ahora tenemos Vox y luego ya será tarde...

martes, 10 de febrero de 2015

Hay censura y también muchos complejos

Se comenta mucho estos días sobre la censura a Vox a la vez que se observa que se da todo tipo de cobertura interesada a Podemos. Es evidente que el juego del PP es dividir a la izquierda para mantener el poder, y no por otro motivo, ya que desde los tiempos de Fraga, y también desde los de Aznar aunque no se quiera reconocer, el papel de los populares ha sido el de ser el sostén del sistema de la corrupción económica y moral, confirmando ser la derecha claudicante sin principios capaz de aceptar cualquier dislate con tal de tocar el poder. De ahí tantas cesiones de Aznar al separatismo aumentando el despilfarro autonómico o el compromiso vergonzoso de Rajoy con la hoja de ruta marcada por el PSOE y ETA a la vez que mantiene todo el proyecto de ingeniería social de Zapatero.

Así, sin principios, el PP se ha empeñado en impedir una oportunidad a la derecha, y hoy millones de ciudadanos españoles se sienten huérfanos políticamente. La torpeza es mayúscula, porque con este estúpido cálculo nos vemos sin derecha cuando, si bien la izquierda anda hoy dividida, en cualquier momento sabrá unirse porque el poder es capaz de lograr interesantes enlaces matrimoniales y quizá el pacto del régimen entre PP, PSOE y separatistas ya sea imposible de recomponer. Desde los inicios de la Transición muchos analistas han comentado la anomalía de la democracia española sin una derecha a la derecha del PP, que siempre podría haber hecho un papel relevante en momentos clave, como se puede ver en numerosos países europeos. Pero como decía, el PP es el partido de la constante traición a sus votantes, el encargado de disolver a la derecha, y como su objetivo es el poder, los principios han sido despreciados, con unas consecuencias peligrosas si no se consolida a tiempo la nueva derecha que España necesita, que espero y deseo que Vox aúne con éxito en este año crucial.

Volviendo al inicio, conviene reflexionar también sobre que el problema de Vox no es solamente la censura programada por el Gobierno de Rajoy, que en política de medios de comunicación e impuestos se parece a cualquier sistema comunista. El problema quizá aún más grave es el patético papel de numerosos analistas, encuadrados ideológicamente en la derecha, que en televisión, radio y prensa secundan encantados el mandato de silencio sobre Vox, con más lealtad interesada que ciertos periodistas aduladores durante los años del Movimiento Nacional. También muchos ciudadanos que no terminan de comprometerse políticamente son corresponsables de la situación, sin duda. Es más, periodistas y ciudadanos de la derecha suelen comentar antes cualquier bobada de la banda de los neocomunistas corruptos o apoyar las ofertas socialdemócratas de la izquierda menos radical que las propuestas sensatas de Vox, que buscan reforzar la libertad de las personas, las familias y las empresas. Quizá también Vox deba impulsar mejor su comunicación hacia el sector de la población que está deseando tener un partido que les represente... Es justo reconocer, sin embargo, que en las últimas semanas algunos van despertando: menos mal, pues enfilamos un año electoralmente decisivo, quizá la última oportunidad para regenerar España...

No podremos mejorar las cosas si se siguen haciendo igual de mal que siempre. No podemos quejarnos de la censura cuando muchos ciudadanos y comentaristas viven ensimismados en el cálculo acomplejado. La urgencia de la regeneración democrática que necesita España exige todo un cambio de mentalidad y de actitud. Que la derecha social y mediática se trague e intente vender, a estas alturas, que lo mejor es apoyar a Rajoy para que no triunfe la izquierda, es una tomadura de pelo sin parangón cuando no ha habido gobierno mas izquierdista en toda la democracia y en todos los órdenes que la banda de los populares corruptos y sin principios. Por eso no me preocupa tanto la censura, que la hay, como los complejos de tantos, que sobran.