Con las autopistas modernas uno se pierde gran parte del viaje. Salir y llegar cuanto antes quizá nos aceleren sin un propósito demasiado sano. El camino también es importante. El pasado fin de semana visité un pueblo desconocido, pequeño, de sólo 2700 habitantes, pero espectacular. Fíjense, a tan sólo seis kilómetros a la altura del kilómetro 288 de la carretera de Andalucía, nacional A-4, se divisa, rodeado de olivares, un inmenso castillo, uno de los más importantes de Europa. Es el castillo de Baños de la Encina, fortaleza árabe del año 968, punto estratégico en el camino de Córdoba a Toledo en los tiempos en que los musulmanes atacaban a los reinos cristianos del norte en violentas campañas anuales… Hasta 1225 y gracias al impulso de Fernando III el Santo, no se logró conquistarlo definitivamente. Si amamos España, parémonos a conocer nuestros monumentos, contundente señal de nuestra gran Historia: dentro de éste castillo, como en tantos lugares de España, se nos presenta el rico pasado de nuestra cultura y allí permanecen restos de construcciones prehistóricas y hasta los de un templo romano…
En Jaén también tenemos el Castillo de Santa Catalina, hoy Parador Nacional, enorme monumento del que se puede decir que se ve más allá de los límites de la provincia en los días claros del otoño y la primavera. Era también una fortaleza árabe semejante a la de Baños de la Encina, pero ésta fuera reformada por Fernando III una vez que logró conquistarla a los moros en noviembre de 1246, después de varios meses de sitio, como pieza clave de la eficaz estrategia pensada para preparar la conquista de Sevilla. Una vez abiertas las puertas de Andalucía con la victoria de la unidad cristiana en Las Navas de Tolosa en 1212, ya se podía decir que los reinos cristianos estaban en el principio del fin de la tarea iniciada más de quinientos años antes por Don Pelayo.
Esto me ha recordado dos excelentes libros que recomiendo, por ser amenos, fáciles de leer e interesantísimos para conocer el origen de muchas de las particularidades del alma nacional española. Los leí hace un par de años, y sus páginas están llenas de aventuras y de historias de gentes como nosotros que tuvieron que vivir en los difíciles años, siglos, de la gran tarea común de la Reconquista. Ambos son de José Javier Esparza, y ambos han sido publicados por La Esfera de los Libros. Por un lado, La gran aventura del Reino de Asturias nos relata el inicio de esa enorme labor de recuperar el antiguo reino de los Visigodos, con capital en Toledo, desde las montañas perdidas de Asturias donde se habían refugiado los perdedores que habían sobrevivido al desastre del Guadalete en el año 711. Por otro, su continuación, que es el libro Moros y Cristianos, que nos cuenta el avance de los reinos cristianos hasta la victoria final, con todas las leyendas, las verdades, las luchas intestinas, las pasiones, las traiciones, los héroes y las costumbres de aquellos españoles que, a pesar de tantas dificultades, no dejaron de pensar que tenían que recuperar España y su libertad…Hoy, aquellos hombres, son un ejemplo para nosotros, que también tenemos la misión recuperar España y nuestra libertad para nosotros y nuestros hijos.
En su día ya hablé aquí de uno de éstos libros y recomiendo leer lo que escribí, así como otros links sobre Baños de la Encina, Jaén o la Reconquista. Disfruten.
Historia de Baños de la Encina http://www.banosdelaencina.es/el-municipio/historia.html
Historia del Castillo de Santa Catalina, Jaén http://www.culturandalucia.com/JA%C3%89N/Castillo_de_Santa_Catalina_Ja%C3%A9n.htm
Teniendo en cuenta que mañana es 31 de Julio, me permito recordar una cita:
ResponderEliminarHay que procurar conservar la amistad y benevolencia de los que gobiernan y ganar a las personas de autoridad con humildad, modestia y buenos oficios.
San Ignacio de Loyola
Pues mira que no se daban leña entre sí los diferentes reinos cristianos, ni que no se aliaban con los poderes musulmanes según las circunstancias.
ResponderEliminarNadie ha negado tal, pero al final se logró la victoria.
EliminarAl final siempre se logra la victoria, aunque sólo sea porque la Historia la cuentan los vencedores.
EliminarRespecto a la Reconquista, reflexionemos un momento, si hubo reconquista se debió a la conquista previa (brillante, ¿verdad?). Y precisamente uno de los factores determinantes fue el papel jugado por la oligarquía hispanogoda, más preocupada de sus cuitas internas que del futuro de su sociedad. ¿Le suena?
En nuestro caso, la cuestión que me planteo es la de ponerle nombre a los modernos Don Oppas, Don Julián (Muñoz no creo que sea), Sertorio, los hijos de Witiza, etc. Sinceramente no confio en que ninguno de los protolíderes salidos del seno de las élites actuales.
Rectifico, Sisberto que no Sertorio. Vd. disculpe.
EliminarEstimado sr. Piñar.
ResponderEliminarMe agradan mucho los libros que vd. recomienda. Por mi parte me tomo la libertad de recomendarle los tres primeros libros (son novelas, aunque con base histórica) de una serie s0bre los inicis del Rein de Asturias y la Reconquista que estoy escribiendo:
Pelayo, rey.- Imágica Ediciones.
La Muralla esmeralda.- Editorial Sapere Aude
El Muladí.- Editoril Sapere Aude
Estoy seguro de que, tanto por sus temas como por su enfoque le gustarán.
Estoy a su disposición para cualquier comentario acerca de estos u otros temas.
Mi blog: http://www.reyesasturianos.blogspot.com
Mi página en Facebook: pelayorey
Mi correo: pablovegajunquera@gmail.com
Gracias por su tiempo
Pablo Vega
Gracias por su comentario amigo, el de Pelayo me interesa mucho, yo en parte soy de Asturias... Estamos en contacto.
EliminarSon estupendos esos libros de Esparza. Dos veces los he leido ya y no me canso. Es nuestra historia, tan olvidada joy en día y tan menospreciada por nuestros dirigentes y "artistas". Si la tuvieran los americanos, no tendrían fin las películas que harían sobre la misma. Aqui ni se enseña ya en los colegios. Una gran tristeza la de nuestro país que ha vuelto a las Taifas del aquellos primeros siglos de conquista musulmana.
ResponderEliminarUn saludo amigo y adelante, hay que divulgar nuestra mayor tesoro del cual somos depositarios.
Se encuentra en un documento d 812, denominado Testamentum Regis Adefonsi (testamento del rey Afonso) donde se describe a un noble de nombre Pelagius, que tería luchado en la rejión de Asturias en una revuelta contra el poder musulmán en Covadonga posiblemente señor del territorio donde se sitúa Cangas de Onís donde vivio al rededor del año 710, siendo el ciclo cronístico de Afonso III el que lo describa con mayor detalle pese a ser esta crónica redactada más de 150 años despues destes supuestos hechos.
ResponderEliminarLLama la atención que en las crónicas como la bizantina-arábiga o la Crónica Mozárabe, redactadas en los años 741 y 754 respectivamente, no se mencione ni a la figura de Pelayo ni a su revuelta en Covadonga. Otro dato interesante es q La Cruz de la Victoria q fue donada a la Catedral de San Salvador de Oviedo por el rey Alfonso III el Magno, según refiere la tradición, la cruz de madera que se encuentra en el interior de la Cruz de la Victoria fue la que el rey don Pelayo enarboló en la batalla de Covadonga, librada en el año 722, en la que las tropas asturianas derrotaron a las musulmanas. No obstante, dicha tradición, que no fue recogida por los eruditos hasta el siglo XVI, ha sido desmentida recientemente por los arqueólogos César García de Castro Valdés y Alejandro García-Álvarez del Busto, que han demostrado, basándose en la prueba del Carbono 14, que la cruz de madera que se encuentra en el interior de la Cruz de la Victoria procede de un árbol talado durante el reinado de Alfonso III el Magno, y no de la época de don Pelayo.
Otra cita que nos puede servir en nuestros días:
EliminarDebemos estar siempre dispuestos a creer que lo que nos parece blanco es en realidad negro, si la jerarquía de la Iglesia así lo decide.
San Ignacio de Loyola.