La candidatura que Vox y España necesitan

A mediados de julio, una persona influyente en Vox me dejó caer que quizá el hecho de que Vidal Quadras no hubiera logrado el escaño europeo podría ser una buena noticia... Luego llegó agosto y nos hemos enterado de numerosos escándalos, maniobras patéticas, juego sucio de cierta corriente cansina, trucos legales de expertos en patetismo y todo tipo de intentos de la vieja escuela por destruir el partido que ellos ayudaron a crear y en el que ya no pintan nada.

Al parecer, esa persona acertó de pleno. Basta entrar en la web que ha diseñado y rellenado a conciencia la candidatura de don Santiago Abascal, para animarse con sus motivaciones, autocríticas, propuestas y programa. Realmente ha sido necesaria esa catarsis mediante la cual los infiltrados y los relativistas se han retratado. Ahora Vox podrá crecer de acuerdo a las esperanzas de sus afiliados. Y además consta que el nuevo equipo de Abascal quiere contar con otros muchos militantes leales y comprometidos.

Tenemos una candidatura renovadora, que sorprende para bien cada vez que uno relee los nombres y experiencia de los miembros de su lista. Por primera vez tenemos, en un partido de derechas dispuesto a proclamar sus principios, expertos en historia, en comunicación, en economía, en contabilidad y en política. Contamos con edades diversas y sabidurías necesarias.

El próximo sábado día 20 Vox celebra la asamblea más importante de su breve historia, pero también de todo su futuro. Porque el día 20 vamos a permitir que renazca el partido con toda la ilusión inicial pero también con la dura experiencia de los errores. La nueva dirección tiene el reto de limpiar las estructuras contaminadas de los vicios de los viejos partidos del viejo sistema que padecemos para crear una organización viva, dinámica, con capacidad para comunicar hacia fuera y fuerza para unir y sumar hacia dentro

Los perdedores que han intentado de todas las maneras evitar que en España haya una derecha aún no comprenden que los tiempos han cambiado y que urge la alternativa que puede lograr que aún sigamos existiendo como nación. Habrá algunos que, con buena intención, no hayan comprendido aún las múltiples trampas de los resentidos, pero siempre hay tiempo para descubrir la luz.

A pesar de la crisis interna, durísima, el número de afiliados apenas ha disminuido y muchísimos españoles siguen esperando que Vox levante banderas de regeneración, de principios y de ilusión. Y a medida que se van consumando la traiciones de un Partido Popular entregado al consenso socialdemócrata, progresista, abortista, proetarra, separatista y corrupto, nos damos cuenta de que ésta es la candidatura que Vox necesita para salir adelante y así sacar adelante a España.