Comentarios al libro El lobo de Caja Madrid, La Esfera de los Libros, Madrid, septiembre de 2014, Javier Castro-Villacañas y Luis Suárez.
Para no destripar los libros a los lectores, suelo escribir las reseñas de los que recomiendo cuando aún no los he terminado, porque normalmente basta leer las primeras páginas para saber si la obra en cuestión merece la pena. En este caso no ha sido posible porque me he merendado el libro de Javier Castro-Villacañas y Luis Suárez en dos tardes, que me han enseñado más sobre la economía del consenso corrupto que lo que podría en ellas haber aprendido Zapatero de su ministro.
Varios ejemplos ponen de manifiesto la actitud depredadora del lobo: compra de un coche de medio millón de euros en plena crisis, compra de una mansión de diez millones de dólares un 30% por encima de su valor, compra de una entidad hipotecaria mejicana en plena crisis de las subprime, inversiones ruinosas en diversas empresas, la relación con la trama Gürtel, el engaño de las preferentes y, como colofón, la compra de un banco de Florida por el doble de su valor mercado, que hasta llevó a Obama a felicitar públicamente al vendedor...
Lo peor no es que un trepa metido a banquero llegara a hacer lo que hizo, sino el entramado político e institucional que permitió destruir una institución benemérita con tres siglos de historia y con una impagable labor social en favor de los necesitados. Primero la amistad de Blesa con Aznar y luego su pacto con los comunistas, "todo empezó en septiembre de 1996, cuando el PP firmó un pacto secreto con CCOO para controlar Caja Madrid", (p. 83). Así, los autores concluyen: "Las manos sucias de políticos y sindicalistas en Caja Madrid hicieron posible este desastre", (p. 152). "La lástima es que al frente de nuestro máximo órgano regulador, el Banco de España, no hubiera una persona que parara los pies a Blesa", (p. 153). Vaya papelones el de Fernández Ordóñez y el de la ministra Salgado...
Uno de los aspectos que conviene releer en el magnífico trabajo de Castro-Villacañas y Suárez es la maraña judicial urdida por la defensa de Blesa que acabó neutralizando al famoso juez Elpido Silva. De momento, los ciudadanos hemos visto que el juez es el que acaba mal y el depredador se va de rositas. Y dentro del proceso judicial, los autores resaltan la impagable labor de Manos Limpias y Ausbanc, con toda justicia.
El libro deja la puerta abierta a su continuación, pues algunas tramas aún no se han investigado del todo, sigue habiendo muchas preguntas sin respuesta y la justicia continúa trabajando. Uno de los interrogantes que mi me gustaría resolver es la batalla interna del PP relacionada con la gran estafa de Bankia. Durante esas luchas de poder entre Gallardón, Aguirre, Blesa, Aznar, Rajoy y Rato nunca vimos ninguna denuncia de unas corrupciones que eran más que evidentes para quienes, por estar muy cerca, tuvieron que saber de las tarjetas black, de las cacerías insultantes, de los negocios realizados sin cumplir la legalidad y de los chollo préstamos a los amigos sin un mínimo estudio del riesgo. Todo este desastre nos ha costado a los españoles 24.000 millones de euros y muchas familias arruinadas... Así se forró la oligarquía a todo, repito, a todo nivel institucional...
El libro es entretenido, demoledor, y deja al lector indignado y entristecido por la destrucción de una prestigiosa institución creada para hacer labor social en favor de los necesitados y para eliminar las malas prácticas financieras, esto es, los abusos del poder. Tres siglos de loable actividad -bien descrita en el libro- destruidos por un lobo hortera y sus variados cómplices en tan solo diez años. Hay una sentencia de los autores que resulta muy cierta: "la entidad financiera madrileña se convirtió en el paradigma del consenso político-sindical que arruinó nuestras cajas de ahorro", (p.83). Y se puede decir más: no solo es el mejor reflejo del consenso de la corrupción que está arruinando España, es también la mejor muestra de lo que es realmente el Partido Popular: un partido traidor y claudicante dispuesto a todo con tal de que le dejen acceder al poder. Porque con Caja Madrid han quedado destruíos todos los mitos personales de un PP que jamás podrá recuperar la credibilidad de los españoles.
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