Escribió Cicerón que “Las leyes callan cuando las armas hablan.” Esto se puede decir de un modo cronológicamente mejor ordenado: cuando se silencian las leyes, hablan las armas. No es que quiera enmendarle la plana a uno de los políticos más sabios de la historia de la humanidad, es que como nosotros no estamos en guerra, quiero advertir sobre las consecuencias de saltarse las leyes vigentes a la torera. Porque ya tenemos muchas experiencias sobre lo que ocurre cuando los gobiernos no cumplen ni aplican las leyes vigentes. Pero aquí nadie quiere ver que, de nuevo, la banda de irresponsables que manejan el cotarro nacional nos conduce de nuevo al peor de los desastres. Silencien ustedes las leyes y les arrollará una marea de locos que se creen impunes.
En España, rige –se supone- la Constitución de 1978. Es cierto que es una norma ambigua que ha permitido todos los dislates que padecemos. Ahora bien, si hubiera voluntad política de proteger el Estado de Derecho, habría lecturas más serias de la Carta Magna. Vamos, que en la Constitución hay instrumentos más que de sobra para poner orden entre tanto disparate. Pero el Gobierno y los gobiernos regionales se saltan la Ley aunque se les llene la boca de conceptos como “democracia”, “demócratas” o “Estado de Derecho.” Porque no, no hay democracia cuando no se cumple la Ley; dejen de tomarnos el pelo. Saben mis lectores que yo no soy nada amigo de la Transición y de sus consecuencias. Pero tampoco lo son los que, idealizando aquella época de pactos oscuros donde los trepas de todos los colores cambiaban los de sus banderas, se pasan la Constitución por el arco de triunfo aunque digan defenderla.
Vivimos días agitados donde lo que más inquieta es cómo políticos de cualquier partido, familiares del Jefe del Estado, poderosos jueces y empresarios con buenos contactos en el sistema, son capaces de eludir la justicia o retorcer las leyes y reírse de todos los ciudadanos sin que nada ocurra. Ahora, ya puede usted prepararse si le cazan a 117 km/h en un tramo de 100. Su cuenta será intervenida después de recibir cartas de lo más desagradables en que le tratan como a un delincuente. Y pobre de usted como le pillen fumando un puro…
Por poner una serie de ejemplos: las agresiones chulescas de Mas merecen la aplicación del artículo 155, pero Rajoy sonríe ofreciendo diálogo a quien es sencilla y llanamente un traidor. Bolinaga disfruta de su libertad conseguida gracias a repugnantes trucos informativos, políticos y legales, mientras más de 400 enfermos de cáncer hubieran preferido ser etarras a delincuentes comunes, porque ellos van a morir entre rejas. Los gobiernos regionales de Cataluña, Galicia, Baleares y Valencia –no es cosa sólo de separatistas- no respetan la libertad de elección de lengua vehicular de la enseñanza, aún cuando hay sentencias muy claras del Tribunal Supremo remarcando del derecho de los padres a elegir y la obligación de los colegios a respetar su decisión. Alierta sigue presidiendo una gran empresa multinacional y luego se sienta al lado del Monarca para –sueñan- vender la marca España, –es lo que tiene echar un cable al yerno-.
En fin, luego se asustarán de las consecuencias, pero deberían de meditar un poco, porque también decía un general norteamericano “que la mejor manera de ganar una guerra es evitarla.” Y el sistema se desmorona y algunos siguen elogiando unas leyes diseñadas para incumplirse. Ya saben, "cuando las leyes callan..."
Totalmente de acuerdo Blas,pero no se en qué momento nos inocularon el virus de la cobardía y la estupidez,y no se si hay antídoto para esto,y si lo hay,cuando hará efecto,para que despertemos de una vez,y nos unamos todos,para acabar con tanta inmundicia
ResponderEliminarAsí que el artículo 155... No habría necesidad de ningún artículo de esa bastarda constitución si las "buenas gentes de derechas" no hubieran tragado todas las píldoras que se les han dado los últimos cuarenta años, en el caso de nuestras maravillosas y estupendas gentes de derechas por dedicarse a regalarle el voto a una derechona nauseabunda sin ningún tipo de crítica, y a esconder debajo de una alfombra a los familiares y amigos "extremistas" que quedan mal en la foto, en las fiestas benéficas de sociedad y en las cenas del Rotary.
ResponderEliminarNi que decir tiene que todos los que votaron "NO" a la sacrosanta Constitución en su día se convirtieron años después por arte de birlibirloque en adalides de esa basura de entelequia que llamaban patriotismo constitucional y en firmes constitucionalistas de pro. Aznar, San Gil, Mayor, Otaola...., todos ellos han sido fervientes patriotas constitucionales. Lo de ser patriotas españoles les quedaba y les sigue quedando grande.
ResponderEliminarestupendo articulo gracias D Blas
ResponderEliminarCuando los poderes públicos no cumplen ni aplican la ley el estado de derecho deja de existir
ResponderEliminarEso sucedió en las dos Repúblicas y eso esta sucediendo en la actualidad
Y de seguir asi terminaremos igual de mal
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