lunes, 15 de julio de 2013

NO ES EL CASO BÁRCENAS, ES EL CASO RAJOY

No estamos ante el caso Bárcenas. Estamos ante un producto más de la partitocracia corrupta coronada que nace del consenso del 78. No se trata sólo de las comisiones ilegales recaudadas y repartidas por un Tesorero que se ha visto abandonado y encarcelado por sus antiguos conmilitones, estamos ante una gestión desastrosa y una lucha interna de poder propia de una mafia en la que las disputas se resuelven con amenaza, traición y puñaladas por la espalda, porque falta democracia interna en los partidos y sobra control político de la justicia.

No es el caso Bárcenas. No. Es el caso Rajoy. Porque Rajoy ascendió y nombró Tesorero a su amigo Bárcenas, a quien conocía bien desde hace años. Es el caso Rajoy porque una vez investido Presidente olvidó  programa, principios y promesas para servir al sistema de la corrupción, el régimen de la oligarquía de la Transición, el apaño de las 100.000 leyes autonómicas con sus 700.000 páginas de boletines, el consenso sobre los escándalos de la financiación ilegal, las concesiones de obras a los amigos, las privatizaciones oscuras, las fusiones dirigidas, las negociaciones con ETA, el espionaje desde el Estado, el silencio sobre la masacre del 11M, la banca rescatada con dinero de todos, los sobresueldos en cajas de puros y los medios de comunicación sometidos.

Es el caso Rajoy porque es Rajoy quien mintió con los impuestos, siguió con el proceso de concesiones a ETA, negoció a escondidas con el traidor y corrupto separatismo catalán financiando su independentismo quebrado, paralizó –Soraya manda mucho- la reforma de la ley del aborto, se negó a una reforma seria de la inmensa Administración que padecemos y volvió a mentir en relación a las tramas de corrupción y posible financiación ilegal del Partido Popular. Es el caso Rajoy porque el caso Bárcenas sólo ha estallado en la cara del Presidente cuando quiso aplicar su única doctrina política: no hacer nada más que intentar mantener el régimen de corrupción que está destrozando la gran nación que es España.

La crisis –ya muy larga- ha logrado ir despertando poco a poco a parte de la sociedad que no está dispuesta a consentir ésta estafa ni un día más y a Mariano Rajoy le atacan principalmente los suyos, porque el miedo a perder el poder es siempre más grande que la ambición por conquistarlo. Es cierto que quedan muchos militantes o simpatizantes adictos a una falsa lucha entre un PP y un PSOE que nadan de la mano en el mar de la corrupción: esos aún no ha entendido nada del sistema que padecemos. También es cierto que no nos estamos enterando de estas noticias del caso Rajoy –otro Padrino, según Pedro J. Ramírez dice con razón, dado lo que estamos descubriendo- porque exista una inquietud reformista o un deseo de regenerar la política, sino porque asistimos una durísima y sucia lucha de poder. Ahora bien, no podemos olvidar que sin escándalo no hubiera existido posibilidad de darlo a conocer. El problema no es que El Mundo publique lo que Bárcenas está destapando, sino que padezcamos un Presidente del Gobierno y toda una directiva del Partido Popular implicados en un turbio asunto de sobresueldos y financiación ilegal.

La sociedad debe estar alerta porque el consenso actúa para evitar el cambio y la Casa Real, PP y PSOE necesitan tapar, respectivamente y cuanto antes, los casos Urdangarín, Bárcenas y ERE. ¿Quién tiene ése poder ahora mismo? Se comenta que el Ministro de Justicia, un servidor del Régimen, que ha impedido que se abra pieza separada contra él mismo en el caso del dinero entregado por el Ayuntamiento de Madrid a Urdangarín, no ha movido un dedo –más bien al contrario- para meter a Bárcenas en la cárcel.

Entendamos de una vez que la corrupción es el propio sistema –ya en estado terminal-, porque el régimen legal con sus inmensos niveles administrativos es toda una organización para robar a los ciudadanos, causando un daño mucho peor que la mera extracción masiva de recursos. Porque la corrupción es un cáncer que se extiende mediante el mal ejemplo, que deslegitima las instituciones, que elimina incentivos básicos para crear riqueza de una manera legal, que incrementa los costes de todos los bienes y servicios y, en fin, provoca una situación de hastío y desconfianza de la que salir se hace cada vez más difícil.


Lo triste es que hemos tenido que llegar hasta aquí para que muchos se avinieran a aceptar que las causas de la profunda crisis general que padecemos están escritas en ése cansinamente elogiado oscuro consenso de la Transición. Bienvenidos sean esos nuevos críticos: cuantos más seamos los conscientes de las raíces del mal, más fuertes seremos para lograr la transformación institucional –la gran catarsis que comentábamos la semana pasada- que nos permita construir una auténtica democracia como la que merecemos todos los españoles, excepto esas élites y esas castas responsables del terrible deterioro que estamos viviendo.

11 comentarios:

  1. Lo mejor que he leído sobre el asunto y ayer lo dejaste muy claro en 13 TV, el que mejor de todos en el debate.

    Juan Balboa

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  2. Un artículo tan brillante como sagaz. Comparto la opinión anterior: de lo mejorcito que vengo leyendo recientemente.

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  3. No es el caso Barcenas, no es el caso Psoe, no es el caso Rubalcaba, no es el caso Rajoy
    Es el caso España, este sistema no da mas de si
    http://lapoliticadegeppetto.blogspot.com.es/

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    1. Creo que ya subyace en el espíritu de este genial artículo lo que tú afirmas en tu comentario Gepetto, y la necesidad de una catarsis desde la regeneración.Fdo: unnibelungo.

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    2. Digo yo que si hubiera querido decir lo que yo he dicho, lo hubiera escrito
      No obstante ha escrito que el caso Barcenas es el caso rajoy y YO sigo diciendo que la descomposicion que tanto el caso Barcenas, como el Caso Gurtel, como el caso Bono, o el caso Pepiño o el de los eres o el de Zarrias , o el caso A92 o el 5% de los catalanes, o el caso Palau, o el caso Pujoles, o el secesionismo Vasco y la estupidez gallega esa que dice que para ser politico en galicia hay que ser gallego en fin, la retahíla...es un problema español.
      Se han repartido España y como ya no hay dinero de donde tirar se muerden como fieras.
      http://lapoliticadegeppetto.blogspot.com.es/

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    3. Hay que manchar el propio nombre de España con tal de no llamarlo "caso PP", tal es la cantidad de veneno que nos ha inoculado esta casta podrida y tóxica.

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    4. No te enteras
      El corrupto sistema que padecemos, fruto del cual es toda esta avalancha de mugre es un problema de toda España, de todos los españoles
      Y o nos sacudimos de encima esta basura, o nos ahogamos
      de modo que SI, es el Caso ESPAÑA
      http://lapoliticadegeppetto.blogspot.com.es

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  4. Ahi se dice toda la verdad na mad tengo que decir

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  5. enhorabuena Blas estupendo en 13tv Juan Viejo

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  6. El Sr. Trías, alcalde de BARCelona, dice que apoyarían una supuesta moción de censura en función de que se les reconozca el llamado "derecho a decidir".
    El abogado-amigo-ex-diputado PP que se dice filtró en el primer momento los famosos papeles de BÁRCenas también se apellida Trias (¿coincidencia?, mis conocimientos sobre apellidos catalanes son insuficientes).
    ¿Qué no será capaz de reconocer Rajoy con tal de recibir el apoyo explícito de diputados de fuera del PP?

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  7. Yo también aplaudo el artículo. Al 100%

    Lo único que puntualizo: ¿cuándo empezamos a generar la alternativa seria al Régimen del 78? Informar, analizar, desenmascarar, despertar a los ciudadanos...está muy bien, pero hay que pasar a los hechos de una alternativa seria.

    Muy posiblemente la solución está en la reimplantación de lo que SÍ funcionó antes de 1975 en tantos ámbitos, también a pesar de los fallos y corruptelas que nos acompañan siempre (nunca como ahora)..... pero hay que avanzar de la sensibilización hacia la alternativa.

    ...Y el servicio secreto debería dejar de trabajar contra España, empezar a trabajar POR ESPAÑA, y facilitar que la gente decente se organice para facilitar la alternativa.

    Un cordial saludo.

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