Estamos viviendo momentos de grandes
cambios, mejor dicho, convulsiones. Se vienen abajo concepciones que
parecían inmutables. Predomina una degradación moral generalizada.
Nos sentimos arrasados. Predomina la incertidumbre. Nos resulta casi
imposible transmitir a nuestros hijos lo que nos enseñaron, porque
parece que les enviamos a la guerra contra este mundo desnortado...
Miramos hacia Grecia contemplando cómo
se desmorona la Unión Europea. Nuestra capital dedica una semana a
celebrar el orgullo de quienes a la vez, y contradictoriamente, dicen
querer vivir en la normalidad... Las presiones del lobby gay, de la
mano de los ideólogos de género, vienen a invertir los cimientos de
toda una cultura y una civilización sin encontrar resistencias... Y
piden respeto cuando se mofan de las convicciones íntimas de muchos
seres humanos. Si ponemos los ojos en Occidente, vemos como Estados
Unidos e Irlanda también se suman a las naciones dominadas por el
poder del lobby rosa. En España, todos los partidos han propuesto
poner banderas particulares donde solo deben ondear las de todos. Si
ponemos los ojos en Oriente Próximo, vemos a millones de cristianos
perseguidos, masacrados, expulsados de su tierra por el salvaje
terrorismo del Estado Islámico que fue alentado por oscuros
intereses... El panorama es desolador. Tenemos mil frentes que nos
atacan por todos lados y ni siquiera sabemos organizarnos para
resistir...
Quizá haya que preguntarse con
angustia si realmente queremos enfrentarnos, si realmente queremos
resistir, si tenemos ganas de luchar o si aún creemos que vale la
pena dar la vida por algo y por alguien... Ante las amenazas
descritas, no se atisba reacción sólida alguna. Ni tampoco podemos
confiar ya en el cuanto peor mejor, porque apenas hay fundamento para
apoyar la reacción. A nivel político, en nuestro país, en las
proximidades ideológicas de lo que puede considerarse aún derecha,
descartado el Partido Popular, se mantiene la parálisis, dicen que
por diferencias nimias y matices, pero yo creo que se debe sobretodo
a los complejos. Veamos:
Nadie se atreve a condenar con
contundencia las masacres de los terroristas islamistas, como nadie
se atreve a defender con empeño y eficacia a los cristianos
perseguidos. Nadie se atreve a condenar como merecen las mofas contra
la religión cristiana que cada año se nos restriegan durante las
manifestaciones del orgullo gay, como nadie se atreve a defender la
familia como un bien moral necesario. Nadie es capaz de distinguir a
la izquierda radical griega de los abusos de la burocracia de la
Unión Europea, y pretenden que toda la culpa la tengan quienes
acaban de llegar el poder sin que lo sea de los viejos políticos que
corrompieron y destrozaron a su nación con la complicidad y el
interés de los países europeos y de las instituciones
internacionales que hoy pretender recuperar el dinero, nuestro
dinero, con el que jugaron como en un casino... Nadie habla claro,
porque vivimos como nunca un totalitarismo ideológico e informativo. Nadie se atreve porque todos sentís pavor de poder ser catalogados
como fachas, ultraderechistas, católicos u homófobos,
descalificaciones que veis como terribles y que sólo la izquierda
progresista en alianza con la ultraizquierda radical, decide imponer
como paso previo al asesinato civil e intelectual. Buscáis términos
de todo tipo para que no os consideren como realmente sois. ¿Acaso
veis algún complejo en Podemos? ¿Por qué la izquierda sigue
presumiendo de sus peores criminales y vosotros no os atrevéis a
estar orgullos de vuestros grandes hombres, patriotas decentes,
servidores honrados y leales de la nación? Y por supuesto, tampoco nadie desde la derecha se atreve a denunciar contundentemente las desigualdades y las injusticias ocasionadas por los gobiernos y sus alianzas corruptas con las grandes corporaciones, porque tienen miedo de que se les identifique como enemigos de esa extraña libertad de los ultraliberales... Nadie se atreve desde la derecha a hacer política de verdad para la gente que nos está llamando, porque quizá se nos han olvidado todos nuestros principios... Y luego nos extraña que arrasen las viejas ideas del rencor, el odio y la misera... ¿Acaso es que no queremos dar la batalla con todas las consecuencias?
Han logrado paralizaros porque habéis
asumido la superioridad moral que la izquierda se autoconcede,
dedicáis las horas a reflexionar sobre vuestros complejos, creéis que la políticas solo es un poco de macroeconomía y
constantemente intentáis que no os califiquen los poderes
progresistas. Así no podrá lograrse nada. Porque no estáis
pensando en cómo defender lo que más amáis, sino en cómo entrar
en el juego de los que nunca dejarán de odiarnos. Si ya os van a
insultar, ¿por qué al menos no intentáis defender vuestros
principios sin miedo, con contundencia y con total claridad para
vencer los complejos que os paralizan?
Si quitas a Dios, y atacas la identidad de un país, atenuando sus virtudes, aceptas la dictadura del relativismo y del lobby LGTB+abortistas, el resultado es lo que tenemos.
ResponderEliminarMuchos han accedido a estos cambios por comodidad, pero la mayoría porque no están preparados: En el partido popular se han plegado a todos los intereses de los grupos de poder que responden a las estructuras de la cultura de la muerte, centrando el partido y eliminando la inspiración cristiana de sus estatutos.
En el resto de micropartidos que no cuentan y que serían nuestra esperanza, no tienen formación suficiente ni capacidad.
Discrepo contigo en dos cuestiones:
Primero: No son complejos, sino carencias. En los dos casos que mejor conozco (AES y Vox) es clarísimo: AES no es nada, y los líderes no tienen valía alguna. Vox, que tenía potencial de ser, se ha quedado en nada por la falta de capacidad de sus dos cabezas: Abascal y Espinosa. Ninguno de los dos sirve, y hacen y deshacen sin más criterio que el de figurar y mantener su chiringuito.
Segundo: De tu certero análisis se concluye que de las muchas batallas perdidas una de las más importante es la cultural; todos estos personajillos con aspiraciones de líder que ni siquiera se paran a pensar en su capacidad poco idónea carecen de formación e ideas para este combate.
Los obispos callados, los intelectuales acobardados para no perder el salario a fin de mes, ni la simpatía de los poderosos, y los lidercillos preocupados por subsistir, si no es en el PP, en algún engendro que nace por su ego personal...
Hay que trabajar para que surja una respuesta, tenemos que preparar el caldo de cultivo.
Por último, no dudamos en enseñar a nuestros hijos. Ni vacilamos. Sabemos que vamos contra corriente, pero es mejor enfrentarse que dejarse llevar por afluentes que conducen al fracaso, como estos grupúsculos.
Yo creo que las cosas son mas sencillas y no hay problema de complejos ni de haber entregado ninguna moralidad a la izquierda.
ResponderEliminarLa izquierda es simplemente revolucinaria no sabe nada de evolución, que es a lo que aspira cualquier persona normal y que además no tiene por qué ser de derechas.
La revolución tiene como principio el desorden de todo tipo, siendo éste mas acentuado y mas extremo cuanto mas a la izquierda nos situemos.
Así pues en la medida en que los gobernantes, que no los gobernados, permitan el desorden, el libertinaje, el amordazamiento del Poder Judicial, cuando no su acomodación a decisiones politicas, estará surgiendo izquierda tan extrema como lo permita nuestro paupérrimo Estado de Derecho.
Conclusión: no me preocupa la izquierda, que se acaba con el orden y la Justicia sino Rajoy y "su pp" que la está creando intencionadamente por propia voluntad o siguiendo voluntades ajenas, esta situación.
Por cierfto los líderes de VOX son gente integra que es lo importante. El trabajo lo tenemos que hacer todos aquellos que creemos que Vox representa la Ley y el orden, o sea, un poder judicial independiente y además el euro en el bolsillo del contribuyente como dijo mi paisano turulente D. Manuel Pizarro.
Según el Diccionario de la lengua Española íntegra es una persona que:
ResponderEliminar1. adj. Que no carece de ninguna de sus partes.
2. adj. Dicho de una persona: Recta, proba, intachable.
Según la primera acepción, y no creo que niegue usted sus carencias (formación, atractivo para todo tipo de personas, no sólo para un pequeño sector de la sociedad, capacidad de oratoria... Puedo seguir infinito porque todos tenemos muchas carencias) queda claro que no son íntegras.
Pero si encima -entrando con la segunda- vemos cómo se han aprovechado de gente que vale más que ellos sin ni siquiera ayudarles en sus problemas personales, es decir usar a la gente en beneficio propio, pues entonces uno empieza a pensar que tampoco lo son...
He conocido personas que han dado mucho más de lo que cualquier humano puede dar por Vox y no sólo no han recibido las gracias, sino que ni siquiera han recibido un justo pago por su trabajo, en muchas ocasiones vital para el proyecto.
En cambio los señoritos Abascal & Espinosa han cobrado puntualmente unos salarios y/o honorarios desproporcionados con sus pobres aportaciones (cualitativamente hablando, se entiende, porque cuantitativamente son muchas pero en vez de agregar valor al proyecto se lo restan).
En fin, tenía puestas muchas esperanzas en Vox pero tras intentar ayudarles he podido comprobar que es un proyecto acabado.
Una pena.
¿Pero Espinosa también cobra?
ResponderEliminarSí, hijo, sí. Aquí cobran todos menos tú.
EliminarNo hay más que ver a Abascal rodando de candidatura en candidatura como número 1 para ver si puede acomodar su lindo trasero en una poltrona 4 años y luego dios dirá.
Y así seguirán hasta que la rueda de VOX no dé para más y tengan que cerrar la persiana. Cuando las cuotas ya no les den para vivir ellos dirán que disuelven el partido porque los españoles no han sabido reconocer el esfuerzo de VOX por esto o por lo otro.
Y por cierto, Blas:
Ahora no hables de los abusos de la UE porque VOX tuvo la oportunidad el año pasado de ser el partido euroescéptico de derechas y no lo quiso ser. Prefirió seguir al resto de partidos en la beatería europeísta. En cambio, PODEMOS centró la campaña en criticar a la Troika y dio en el clavo.
Si ha sido por lo que acaban de perpetrar en Villaviciosa de Odón eso le honra y merece respeto
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