Durante el año 2004 trabajé en Murcia, en uno de sus sectores más pujantes como es el de los invernaderos, gracias a los cuales (junto con los de Almería) disfrutamos de sanísimas hortalizas a lo largo de todo el año.
Murcia es una tierra preciosa, de estupendo clima, suculenta gastronomía, preciosas playas y gente encantadora. En mi familia sentimos cierta vinculación con Murcia. Mi abuelo logró su primera plaza de Notario en Cieza y yo mismo conservo muy buenos amigos allí. Siempre me gusta volver.
Me duele especialmente este zarpazo de la tierra, este misterioso mal de la naturaleza que ha dañado una región que conozco muy bien y que se ha llevado la vida varios españoles (ya siete, según últimos datos que leo en los medios).
Aqui va mi abrazo y mi ánimo y pido que todos sepamos movernos para ayudar a que los murcianos recuperen la normalidad cuanto antes.
Gracias Blas por acordarte de nosotros y por tu cariño.
ResponderEliminarC.M-G
Descansen en paz las victimas que ha habido, recemos por ellas y porque no haya mas replicas.
ResponderEliminarHa sido totalmente inesperado, yo pensaba que en España no podia haber terremotos con la suficiente intensidad como para morir gente.
Nuestro ánimo,nuestra ayuda y nuestra oración para la maravillosa gente de Murcia.España entera debe ser un terremoto de caridad y plegarias con este trozo de nuestra patria que sufre.
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