Admiro profundamente a los que dan un paso adelante en el camino de la peligrosa vida política. Me pregunto constantemente por mi papel en la bella tarea del servicio público. Sobretodo cuando algunos me animan a ello o incluso me regañan por no dar el paso. Pero siempre termino por pensar que hay muchas formas de hacer política. Es verdad que una de las grandes perversiones de nuestro tiempo es haber logrado que cualquier actividad pública esté contaminada por el poder de los partidos, pareciendo que, si uno no pertenece a un partido concreto, no participa en la tarea de lo público.
Hace un par de años leí a Cicerón, que ya advertía de que la política es una de las más nobles tareas a las que puede aspirar el ser humano. Y también recordaba, con lógica intemporal, que también la política es un trabajo desagradecido al que muchos renuncian por una falsa prudencia que no es más que instalación en la comodidad. Y yo me quedo antes con el riesgo del servicio público que con la triste empresa de no arriesgar nada. Pareciera contradictorio cuando los que me conocen personalmente o me leen saben que no milito en ningún partido y que nunca lo he hecho… ¿Es una contradicción? ¿Es cierto que solo perteneciendo a un partido se puede hacer una labor política?
¡Al contrario más bien! Los partidos, que son estructuras no democráticas –si lo fueran tal vez podríamos plantearnos el reto- son posiblemente la forma más inteligente de anular la auténtica vocación de servicio público, por cuanto se han convertido en entes endogámicos en los que no se contempla el mérito o la capacidad de cada persona sino sobretodo el nivel de adulación al aparato. Así, el que inocentemente acude a un partido con la ilusión de trabajar por la Patria, acaba por observar que triunfan los serviles, los mediocres que deben el sustento al jefe, y que solo trabajan en interés del partido, muchas veces sinuosamente confuso y contrario al de la sociedad.
Además de ser consciente de que jamás me sentiría a gusto en unas organizaciones ajenas al esfuerzo y al mérito, cerradas al debate y a la sabiduría, pienso que uno necesita demostrar en lo personal y lo profesional lo que quiere un día aportar a la sociedad. Triunfar en la vida personal y profesional es una condición muy importante para prestar un servicio adecuado, ejemplar y eficaz a la nación. Políticos con vidas personales destrozadas, con un nivel de estudio bajísimo, que no conocen idiomas, que jamás han sentido la presión del negocio o del trabajo son un auténtico lastre para toda la sociedad y no pueden ni deben tener derecho a vivir mejor que nos que les pagamos el sueldo.
Por otra parte, pienso que si el drama proviene de cómo funciona actualmente nuestra imperfectísima democracia, ¿acaso vamos a utilizar sus errores para mejorarla? ¿No acabaríamos por hundirnos con ella? Porque la política actual es un entorno peligroso donde personas de lo más nobles han llegado a corromperse. Y debemos ser conscientes de tales peligros. Quizá sea el momento de la paciencia, de esperar una ocasión propicia. Y mientras, ¿qué?
Pues mientras, por último, quedan las otras tareas que también son política, por cuanto son servicio público: la batalla cultural, contar la verdad, encontrar a gente con principios, unirnos, conocernos, apoyarnos aprendiendo unos de otros, estudiar, buscar soluciones en la Historia a los problemas de siempre, actualizar un mensaje siempre eterno, construir una potente base de medios de comunicación para llegar a la gente y perfeccionarnos como personas en lo personal y profesional. Y después, el resto, se nos dará por añadidura. Y creedme: queda poco tiempo.
Pura coherencia. Sí señor. Y coherencia es lo que se necesita en política.
ResponderEliminarRuger.
Hoy en día crear un partido considero que sería una labor aparte de ardua infructuosa, condenada al fracaso desde incluso antes de su inscripción, démonos cuenta de que común a todos los partidos es su vocación totalitaria, ésta implícitamente les induce a condenar al ostracismo a todo aquel que pueda suponer una amenaza potencial para su estatus alcanzado y de esa forma poder garantizarse la continuidad de su hegemonía. Hoy ese papel lo cumplen perfectamente los partidos que conforman el arco parlamentario y principalmente los dos mastodontes encargados de la alternancia y no alternativa en el poder. Esto sólo puede ocurrir en una sociedad como la nuestra, intencionadamente polarizada por estas dos fuerzas cuyas acciones trascienden más allá de lo puramente rutinario en el devenir de la vida parlamentaria para invadir y más aun condicionar las relaciones personales hasta extremos ampliamente conocidos degradando así nuestras ya pertrechas conciencias.
ResponderEliminarEs de elogiar el esfuerzo que diariamente desarrollan esos pequeños partidos con reducida capacidad de convocatoria pero grandes en ilusión y tesón por promover un auténtico cambio en la maquinaria del sistema y por estar condenados como digo al ostracismo mediático no pueden no ya demostrar la viabilidad de sus programas ni sus malos o buenos propósitos sino simplemente su mera existencia.
¿Qué se puede hacer?, sólo pedagogía social, reeducar a la sociedad en valores y principios éticos y morales y dotarla de un espíritu crítico donde sólo prime el bien del propio hombre como elemento social y lo demás vendrá por añadidura.
M.P.
Saludos
"¿Qué se puede hacer?, sólo pedagogía social, reeducar a la sociedad en valores y principios éticos y morales y dotarla de un espíritu crítico donde sólo prime el bien del propio hombre como elemento social y lo demás vendrá por añadidura.
ResponderEliminarM.P."
Estoy de acuerdo en que ese es el camino a seguir. No obstante, considero imposible reeducar a la sociedad actual, dado el lamentable estado en el que se encuentra. Todo pasaría por empezar a educar con ninguno de los principios y valores que hoy reinan a las generaciones venideras.
Saludos cordiales
J.A.
Permítame, Sr. Piñar, la licencia de frivolizar en tono semi-irónico-humorístico-metafórico sobre como crear un partido con cierta garantía de éxito, siguiendo una de tantas vías a tal fin que podríamos denominar como “expreso”
ResponderEliminar1º Condiciones personales del líder : Carácter, marcado carisma político y experto en mimetismo ideológico.
2º Oportunismo. Saber elegir idóneamente el momento para subir a un de los vagones, preferiblemente litera, de cualquiera de los dos trenes remolcados por alguna de las dos potentes locomotoras llamadas PP o PSOE.
3º Maduración. Saber crear las condiciones favorables para garantizarse un excelente trayecto por las distintas estaciones hasta llegar en las mejores condiciones posibles a su destino, esto llevará aparejado un sobre coste incluido en el precio del billete por el cual podrá acceder a las ventajosas prácticas del servilismo, adulación, sumisión, lisonja y demás artes de exaltación de la personalidad de los diferentes Jefes de Estación como el Jefe Principal de Maquinas, a los efectos de granjearse sus favores.
4º Cambio de rumbo. Recorrido cierto trayecto en sintonía y con reconocida proyección social, incluso entre los mismo viajeros, se muestra disconformidad pública con la política actual de Renfe y se solicita como medida correctora un cambio de agujas, ante la negativa de la Dirección se pone pie en tierra entre aplausos y vítores más o menos ostensibles de los que prosiguen su viaje.
5º Explotación. Aprovechando la inercia de la potente locomotora se decide comprar un taxi, un autobús o cualquier otro medio, en función de los recursos prometidos a cambio de los favores ofrecidos, con el que continuar el viaje y de paso prestar un auténtico o supuesto servicio al ciudadano, pero nunca se podrá aspirar a inaugurar una compañía ferroviaria como la que se eligió como lanzadera.
6º Fin de trayecto. GIAL, UPyD, Foro Asturias. Etc….
M.P.
Saludos.
Mira Blas, estoy seguro que tu abuelo me dará la razon, España esta como esta por culpa de la politica y los politicos, si creas un partido político o te dedicas a levantar uno ya creado te puede pasar de todo y todo desagradable, ¿No aprendiste nada de tu paso por el gato al agua? Si tienes éxito en tu afán te veras metido en serios problemas, el sistema no permite una cuchara mas, si despuntas como valor político vas directo a la cárcel, en eso todos los partidos políticos están de acuerdo y no van a permitir que entre en el puchero nadie mas.
ResponderEliminarTu sabrás que es lo que quieres hacer con tu futuro, eres inteligente, dispuesto y con criterio, tienes posibilidades, no las derroches intentando hacer lo imposible, prepárate, construye y espera, el momento llegara cuando este conglomerado guarro que se han organizado esta gente se venga abajo, no antes. no intentes ser un Galan o un Garcia Hernandez que por apresurados y torpes fueron fusilados poco antes de que llegara la Republica.
En cualquier caso estas en la edad de la pelea de manera que si te lanzas a ella contaras con buena gente, gente que esta tan harta de lo que ve como lo estas tu.
Pero eso si, una recomendación, vigile a los mas ardorosos, en mas de una ocasión serán miembros del CNI puestos en ese sitio para apuntillar
Suerte
http://lapoliticadegeppetto.blogspot.com/
Gepetto, comparto tu preocupación, lo que dices es exactamente lo que quiero decir en el artículo: que no merece la pena entrar en el juego político actual, que hay que esperar y mientras, dedicarse a ser mejor, estudiar y aprender. Algún día llegará el momento y debemos unirnos; ahora hay que prepararse.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con Gepetto. Blas, ya estás haciendo lo que actualmente se puede hacer: depertando conciencias y dando opiniones independientes y críticas.
ResponderEliminarEn la misma situación, aunque no con la misma valentia que demuestras, estamos muchos. Hablando por aqui y por allá, intentando hacer que la gente le de al coco.
Un saludo
Principalmente existen 3 elementos importantísimos, en mi opinión, a considerar seriamente en el caso de plantearse fundar un partido o ingresar el la vida política activa, no necesariamente han de ir siempre aparejadas estas dos opciones, existen plataformas, asociaciones, agrupaciones, lobbies, etc.., desde las cuales se ejerce una considerable influencia o presión sobre los organismo e instituciones responsables de materializar la decisiones politicas en la sociedad, luego es otra forma de hacer politica oficiosa al margen de la oficial de los partidos, pero ni que decir tiene que su efectividad seria directamente proporcional a su representatividad social o corporativa.
ResponderEliminarEl 1º elemento a considerar sería como ya se ha dicho en este hilo, el estado organizativo de nuestro sistema o régimen y las oportunidades que ofrecería para que un nuevo partido, se entiende de cierta entidad, tenga cabida en él y aceptado con las mínimas garantías de igualdad de trato que el resto. Hoy el conocimiento que tenemos de nuestro régimen desaconsejaría esta empresa, los establecidos dan por cubierto el cupo y por lo tanto por bueno el equilibrio actual., pero no por ello se trataría de una misión imposible, como en todo proyecto de envergadura sería esencial una muy buena planificación táctica y estratégica.
El 2º elemento a considerar sería la situación actual de la sociedad. Como cualquier empresa que se quiere establecer en una zona encarga un estudio de mercado para valorar las necesidades de sus potenciales clientes, en este caso habría que preguntarse si mi propuesta ideológica y su aplicación satisfaría las necesidades, carencias, demandas de la sociedad del momento, la respuesta a esta pregunta seria fruto de una profunda reflexión interna y personal, por lo que respecta a mi opinión, a las manifestadas aquí expresadas por los demás participantes de su blog y por el sentir de muchísimos españoles, España necesita un profundo cambio, de 180º como mínimo y como máximo porque para los 360º ya se encargan los que están. Quiero decir con esto que hoy la sociedad agradecería la llegada de nueva savia a la arena política, siempre y cuando la dignifique.
El 3º elemento y último a considerar, tan importante o más que los dos anteriores, es la actitud personal ante el reto, empresa de tal calibre solo se puede afrontar desde una posición de ganador, una convicción de éxito tal que nunca dé lugar al desaliento o ánimo de derrota, un espíritu de lucha y trabajo inagotable, mucha dosis de ilusión, y sobre todo una poderosa vocación por servir a los demás. Esto es lo que se tiene que transmitir a la gente de una forma sincera honesta y creible. A lo largo de la vida de una persona no siempre se esta en condiciones de afrontar esta actitud de ahí la importancia de saber conjugar estos tres elementos.
Sr. Blas si por su cabeza ha pasado, pasa o pasara la idea de comprometerse políticamente le deseo mucha suerte.
Pido disculpas por abundar en lo ya expresado por otros y por la extensión de este comentario.
M.P.
Saludos
Son muchos los que piensan que sólo con el despertar de las conciencias y sin necesidad de pasar a la acción, todo se va a solucionar. "Las medias verdades son más peligrosas que las mentiras", defienden muchos. Creo que muchos de los aquí presentes defienden o denuncian verdades, si bien considero que a estas alturas existen verdades (las cuáles la mayoría conocéis) más importantes y peligrosas que las que se manifiestan.
ResponderEliminarSe vuelve a insistir en que tenemos que esperar a que nos llegue el momento, pero dicho momento jamás llegará si nos mantenemos en la posición actual (ésta es la de no-acción).
Por último, nuevamente son muchos los que cargan contra los partidos políticos, la finanza, la masonería..., y pocos los que señalan al verdadero enemigo común (lo cuál no hace sino infravalorar el poder del mismo). Pienso que no identificar a éste último, es no ir a la raíz del problema.
Un saludo