Es tal la desorientación general y el descontento dominante hacia la
política, que les va a sorprender la siguiente afirmación: a nadie interesa más el pasotismo hacia las cuestiones públicas que a quienes aspiran a imponer
su totalitarismo sin posibilidad de oposición. En
efecto, fue el filósofo de la historia inglés Toynbee quien dejó clara la
cuestión: El mayor castigo para quienes no se interesan por la política
es que serán gobernados por personas que sí se interesan. También, en este sentido, conviene recordar la división interna como causa del fracaso de muchas tareas comunes: hay expertos en crearla.
La constante sospecha, los políticos repugnantes, los relativistas que
carecen de principios, los abundantes traidores o la corrupción que todo lo
invade no pueden acabar con nuestra esperanza. Necesitamos responder a los
desafíos. Tenemos que actuar. La política es compleja, arriesgada pero sigue
siendo una de las mayores tareas que uno puede hacer por los demás. Puestos a
citar, viene al caso esta sentencia de Cicerón, político de Roma: Los hombres se asemejan a los
dioses cuando hacen el bien a la humanidad. Por tanto, debemos implicarnos, no debemos pasar de los asuntos, pero tampoco podemos caer en un exceso de sospecha que imposibilite la acción política por las divisiones que provoca.
En VOX han
confluido numerosos españoles con con ganas de dar la batalla para defender
España, la libertad y sus principios más elementales frente a la imposición del
pensamiento único de la izquierda. En esta iniciativa nos hemos
juntado gentes preocupadas por el momento presente. Personas con
diferencias, pero todas, salvo ciertos infiltrados bastante ruidosos pero muy
escasos, alrededor de un Manifiesto Fundacional que marca los principales retos
del partido.
Ahora VOX se
encuentra, hasta el día 26 de julio, en una fase de debate interno muy
importante: se trata de concretar los estatutos que regirán su funcionamiento
interno. Me he posicionado a favor de facilitar la elección de un gobierno
cohesionado y fuerte que permita asegurar los principios y crear una
organización eficaz. Hay muchas formas de lograr esto. Algunos creen que sólo
un sistema asambleario obedece a las leyes de la democracia. No es así, y
además resulta completamente ineficiente: de hecho es el caos. He leído enmiendas de lo más absurdas
y hasta hay afiliados que en nombre de la democracia interna solo quieren asegurar un
trozo del poder y dicen que si no gana su opción se van del partido...
VOX necesita
liderazgo y unidad si quiere sobrevivir. No se opone a la democracia, al
contrario la garantiza, un sistema de elección de un líder que tenga libertad
para dirigir el partido, sin tener que responder de pactos previos que buscaron repartir o asegurar el poder. Tampoco es menos democrático un sistema que permita elegir
al gobierno completo directamente. Creo que estos puntos son clave. Y conviene
reflexionar. Algunos creen que hay que elegir independientes para controlar al
ejecutivo, sin comprender que en un sistema democrático sano no se opone gobierno fuerte
y control del mismo en otra institución distinta y con otro sistema de
elección.
El líder o
el gobierno deben poder gobernar con tanta transparencia como libertad y ahora,
en el momento presente, entiendo que solo puede hacerse o por elección directa
del presidente o por elección directa del gobierno completo en una lista cerrada. Sinceramente prefiero el sistema presidencialista y sería deseable que VOX tuviera ése sistema de gobierno. El resto de sistemas propuesto tienen
un tufo a apaño, a reparto del poder ajeno a los intereses de los afiliados y
desde luego ni son transparentes ni permitirán un liderazgo como el que
urge. Creo que la mayoría de los afiliados que quieren que VOX salga
adelante para ofrecer esperanza e ilusión a millones de españoles lo tienen
claro.
En mi opinion, planteas conceptos que buscan la eficacia de la gestión política manteniendo la participación democrática. Es lo que buscamos en Vox.Evitemos las inoperancias, los fulanismos y la apropiacion de la voluntad de los militantes por las cúpulas de gobierno.
ResponderEliminarGracias, Blas.
Exactamente y además queda claro que no tenemos ningún interés extraño, como tantos que plantean sistemas tan sinuosos como ineficientes. Gracias por leer el artículo y por tu comentario. Saludos.
EliminarBlas, estoy totalmente de acuerdo, una vez más, con tu opinión.
ResponderEliminarCreo que no debemos confundir democracia interna, con un rollo asambleario tipo 15m, con todo el mundo votando todo, y, al final, nadie con capacidad real de hacer nada. Eso sólo lleva a la inacción, y sería, en la práctica, acabar con VOX… que es lo que muchos quieren.
Así que creo que debemos elegir líderes firmes, y, una vez elegidos, trabajar todos para salvar a España del caos en el que nos ha metido la Casta.
Saludos.
Blas, escribes "VOX necesita liderazgo y unidad si quiere sobrevivir"...
ResponderEliminarPero yo creo que lo necesita para que la gran mayoría de españoles que tenemos esperanzas puestas en ellos les demos nuestro apoyo:
La sensación desde fuera es que están haciendo el tonto y perdiendo tiempo.
Totalmente de acuerdo, algunos pretenden hacerse con el poder, y si no se van, pues adios.
ResponderEliminarBlas, comparto tu artículo y daría una vuelta más, se trata de que el afiliado ejerza el podrr, no de que lo controle, son necesarias vías de participación, se trata de que el afiliado pueda aportar. Observo una cierta prevención frente al afiliado y miedo a la participación, veo los modos de DENAES y no me gusta un partido cerrado y no abierto, es lo que percibo. Demasiados cortafuegos que impiden abrirse a la sociedad y crecer.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, Blas, y por lo tanto ya he votado, y he asesorado a otros afiliados de Vox a que lo hagan también, la enmienda de Javier Román al artículo 23 de la ponencia de
ResponderEliminarEstatutos de Vox porque favorece lo que has expuesto. La única pega es que debería poner que en el Comité Ejecutivo hubiera un Vicepresidente y no tres, como dice.