No le falta razón a este masón profesional, a éste que intentó ser un infiltrado meapilas preconciliar para ser más eficaz en su ataque, a éste que en sus servicios al zapaterismo guerracivilista llegó a humillar y a dividir a las víctimas del terrorismo, a éste metomentodo que necesita siempre soltar veneno para ganarse el aplauso del rojerío y las felilcitaciones a la entrada de la próxima logia…
No le falta razón porque es verdad, como me decía ayer una amiga en Facebook, que la Iglesia siempre será perseguida y que a los católicos nos va bien “el palo”. Es verdad que para estar despiertos conviene no olvidar el mal que nos acecha, estar pendientes de nuestra batalla que aunque ganada, el misterio exige lucharla.
No le falta razón, pues la jerarquía necesita ser consciente de esta lucha más que los fieles de a pie, para poder pastorear como deben al rebaño: por caminos rectos llenos de sana hierba y fresca agua y no por lodazales perdidos, como hicieran tantos obispos, más divertidos en olvidar que siempre hay un lobo preparado para atacar.
Pero no se crea que los cristianos se quedarán inmóviles, señor Peces-Barba. Porque por ésa misma democracia y laicidad que usted propugna -pero que sólo es totalitarismo disfrazado- los católicos sabremos defender nuestra posición en el terreno político. Porque su época –ya lejana- de masones exitosos y de infiltrados rojetes locuaces ya pasó y ahora, los pocos que quedamos, estamos orgullosos de nuestra Iglesia, y de nuestros amigos fieles sacerdotes, y de nuestros obispos cada vez mejores pastores, y de nuestro Papa, cada día más sabio, y de nuestra Fe, cada vez más auténtica y por ello más valiente. Así que no se le ocurra pensar, como en frase del tan mediocre e irresponsable como admirado Azaña que “España ha dejado de ser católica”. Bueno, España quizá ya ni exista, pero sí hay españoles que llevan la reserva de España en el corazón y, por eso mismo, son católicos y al revés. Usted no lo entiende. Nosotros sí.
Es verdad, tu último párrafo llama a la esperanza, las cosas están aunque no lo parezca cada vez mejor.
ResponderEliminarA mi lo que me llama la atención personas famosas que se emocionan cuando abrazan un Cristo mientras les mira la gente y les enfocan las cámaras de fotos y de televisión y sin embargo no tienen empachos en apoyar a un partido laicista y cristófobo como el PSOE, se me viene a la cabeza a Antonio Banderas en estos dias de Semana Santa.
ResponderEliminarTu frase de que "los católicos sabremos defender nuestra posición en el terreno político" me parece bastante optimista...por ahora, ya que somos un rebaño sin rumbo ni lideres en el terreno de lo político y social.
Fantástico artículo, deberían leerlo en la CEE(Conferenci Episcopal Española).Y los obispos recibirían una buena INYECCIÓN de moralque tanta falta les hace para hacer frente a esta situación bochornosa en la que nos tienen inmersos esta gente que nos "gobierna" y esta oposición que ningunea a los católicos y no sale a defender los principios de la inmensa mayoría de sus votantes para que no les tachen de "politicamente incorrectos", a lo que tienen "verdadero HORROR", ¡qué pena! Os animo a todos a luchar por nuestros pricipios y recordad que "la verdad nos hará libres", aunque no le guste alSr Ródriguez Z, y que la IGLESIA, en tiempos de persecución, siempre CRECE. carpino
ResponderEliminarEspaña lo que ha dejado de ser es España; pero los trozos que quedan de aquello que fue España son fundamentalmente cristianos católicos, porque los que no lo son, ni siquiera pueden considerarse despojos de España.
ResponderEliminarY esto es así, porque España fue un gran proyecto nacional y mundial basado en la transmisión de la fe católica; y cuando ha dejado de hacerlo, ha dejado de ser un proyecto. Ahora es simplemente una marca comercial: la marca España, para vender deuda pública y rescates bancarios.
se puede decir mas alto pero no mas claro
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