El secuestro y asesinato en Argelia de siete monjes benedictinos franceses en 1996 sigue sin resolverse. Al parecer, sus cabezas fueron encontradas, pero nunca los cuerpos. ¿Islamismo terrorista en la locura violenta que azotó Argelia aquéllos años? ¿El Ejército cumpliendo órdenes misteriosas? ¿Servicios secretos y oscuros intereses? No nos importa ya demasiado…
La profundísima película que os animo a ver, “De dioses y hombres”, premio especial del Jurado del Festival de Cannes 2010, es fiel a la religiosidad de sus protagonistas, que deciden arriesgarse al martirio, dando la vida por Cristo y por los vecinos del pueblo al que tanto bien ha hecho su monasterio.
¿Quién entendería que apareciera una película así en el cine español, de manos de un director socialista, y encima la premiaran en los Goya? Los laicistas suicidas no entienden la profunda transformación que se está empezando a producir en el mundo Occidental. Se han acabado los tópicos de la progresía que ha renunciado a los principios y valores. Pero de forma misteriosa la sociedad, harta de tanta tomadura de pelo, regresa a los fundamentos sólidos de la verdad que nos hace libres. Y esta película, francesa, como otras que ya surgen y hemos comentado aquí, es una manifestación artística de esta reacción de las ideas. Ya surge en el arte la esperanza de volver a Dios. Como Europa surgió gracias a los monjes es una fantástica idea buscar sus fundamentos en los monasterios.
Hay una escena sublime. Una conversación del superior de los monjes con el líder de los terroristas islamistas, en nochebuena. Resulta espectacular la comparación, que no necesita apenas palabras, pero queda clarísima, entre dos visiones del mundo incompatibles: la paz de Cristo por un lado y, por otro, la violencia justificada en la religión. Así, el tópico de los ignorantes que dicen que el Islam es cristianismo sin evolucionar ven desmontado su disparate: paz, amor y cultura frente a barbarie.
Además, en todo momento, a través de símbolos de elevada espiritualidad, se percibe la transformación que Dios hace en los que, en su angustia, son escuchados. La desaparición de los monjes, afectó profundamente a la comunidad religiosa y a la opinión pública internacional. La identidad de los asesinos y las circunstancias exactas de su muerte siguen siendo un misterio. El caso está en los tribunales franceses desde 2003. Algunos documentos recientemente desclasificados quizá ayuden a despejar el misterio en los meses venideros. No importa demasiado. Estamos hartos de verdades a medias. Lo importante que queda es el testimonio de estos monjes, vidas entregadas por la Fe y por los hermanos del pueblo en el que vivían. Quedan, como ejemplo, su martirio y su santidad. Una lección para los que atacan, desde estúpidas sectas de laicismo, a quienes van a tener que cimentar de nuevo la civilización destruida.
No me la pierdo. Gracias. No conozco un blog tan variado, entre Historia, Actualidad y Cine.
ResponderEliminarEstás en todo, felicidades.
I.P.
Ciudad Real.
Recomendada por la carga de valores de Fe y vida que contiene. Estoy ansiosa por verla.
ResponderEliminarHay escenas impresionantes, como la cena con vino y el Lago de los Cisnes de fondo, donde se estan inmolando, pero a la vez se refleja el dolor y el miedo humano que han tenido que superar. La unica “pirueta” socialista es dejar confuso en los titulos finales quienes fueron los autores de la matanza, cuando esta clarisimo que fue la guerrilla.
ResponderEliminarCarmen.