La magistral lección política que ha dado la izquierda totalitaria en los últimos cien años, queda patente en un par de cosas.
Primera, que han conseguido una legitimidad moral tal que la derecha fracasada o los católicos confundidos, refieren todo a lo progresista o socializante, considerando que deben apoderarse de sus conceptos para poder tener éxito.
Segunda, que la división de esa misma derecha, en submundos cerrados, acomplejados y ajenos a la realidad del erial moral, cultural y religioso en que se ha convertido España hacen imposible que puedan articular un mensaje para la sociedad actual.
Así las cosas, sin una regeneración individual y profunda de los que nos sentimos españoles, católicos y de derechas (con toda la confusión que pueda conllevar estos conceptos), nuestra capacidad para articular unas ideas queda anulada por completo.
La sociedad, más o menos, de forma mayoritaria, está constituida por familias con dificultades, preocupadas por el futuro, por la educación de sus hijos, por su economía. La gente normal, vamos. Las sencillas y a la vez profundas ideas que pueden compartir esa gran masa de españoles son:
Proteger la autonomía y la libertad personal (por ejemplo en la educación evitando el adoctrinamiento totalitario de nuestros hijos); disminuir el poder de un Estado que nos esquilma con impuestos (lo que implica acabar con las subvenciones a minorías que están trasformando ideológicamente y con éxito nuestra sociedad); acabar con la corrupción de la clase política (requiere mayor transparencia en el funcionamiento de los partidos y nueva ley electoral) y por último, un amor por lo que significa España con sus tradiciones.
El resto son ideologías confusas, que ya no comprenderá el mundo actual y que cierran puertas, anulan la actividad, desesperan al corazón, matan la verdad y mantienen a tantos en agrupaciones ajenas a la realidad española. Las cosas están tan mal, que hay que empezar por cuestiones básicas. Y si no sabemos empezar por aquí, unificando y comunicando bien estas cuestiones elementales, entonces, cada uno, en su nivel, responderá cuando toque ante quien pide explicaciones por los talentos entregados…
Lo que quiere la gente normal:
ResponderEliminar- Proteger la autonomía y la libertad personal
- disminuir el poder de un Estado que nos esquilma con impuestos
- acabar con la corrupción
- amor por lo que significa España con sus tradiciones.
Lo que quiere el PSOE:
- Injerencia del Estado en la libertad y autonomía de los ciudadanos para decirnos cómo tenemos que ser y actuar.
- Sangrarnos a impuestos para que papá Estado se ocupe de todas nuestras necesidades (previamente fijadas por él mismo, claro).
- Mirar hacia otro lado y consentir corrupciones y amiguismos.
- Destrozar cualquier tradición e historia de España sólo por tocar poder y dinero.
Hay 9 millones de españoles que votarán al PSOE. Eso sí que no es normal!!!!
Es una aproximación. Entonces se trataría de poner nombre a un movimiento que se dedicase a esto, a lo que la "gente normal" busca; porque si lo llamas derecha sin más, te estás enajenando el apoyo de todos aquellos que están hipnotizados por lo "socializante y lo progre", que por derecha entienden algo rancio. Creo que simplemente conservador también tendría el mismo efecto. Me hubiese gustado lo de "regeneración", pero ya nos lo han pisado; pero por ahí irían los tiros: una denominación ajena a las corrientes políticas actuales que denote cierto rebelión ciudadana contra tanta corrupción y tanto totalitarismo. El grito de guerra debería ser: REBELIÓN POLÍTICA YA.
ResponderEliminarSe trataría de lanzar la idea, crear foros o plataformas e ir calentando el ambiente.
PEPE, está muy bien la comparación. Me gusta mucho. Lo que preocupa además es que el PP también quiere, de alguna manera sutil, lo que está haciendo el PSOE. Al menos por omisión.
ResponderEliminarHace falta en España un partido que defienda lo español y sea de derechas, sobre todo cuando el PP llegue al poder y no defienda los valores conservadores.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Estoy harto de ser un esclavo de los politicos que me roban la mitad de lo que que gano machacandome con impuestos.
ResponderEliminar