miércoles, 29 de junio de 2011

ANÉCDOTAS POR LLAMARSE BLAS PIÑAR EN LA FALSA DEMOCRACIA. Introducción

El verano es tiempo de descanso que permite cambiar de aires y de ritmo. También en este blog, esperando tiempos mejores, vamos a dejarnos de la  crispante actualidad y vamos a reírnos un poco en los próximos días. Y nos vamos a reír aprendiendo. Nos reiremos porque yo me llamo por mi nombre desde que he nacido y me encanta y contaré por eso algunas anécdotas graciosas o curiosas relacionadas con el hecho de llamarme Blas Piñar. Y aprenderemos porque veremos de qué manera se siguen comportando algunas personas en una España que dicen democrática y que son cosas que no está bien que ocurran, dentro de lo gracioso que puedan ser, en una sociedad que pretende respetar la igualdad y la libertad de todos.

Reconozco que tengo personalidad adecuada para llamarme como mi abuelo: disfruto sobremanera desmontando prejuicios de aquellos de mirada corta pero que saben pronto liberarse, tras conocer a la persona real, de las falsas  ideas que alguien quiso meter en su cabeza. Además, a medida que voy aprendiendo sobre la historia reciente de España, y conociendo a sus protagonistas, estoy cada vez más orgulloso de la actitud política de mi abuelo. También mi nombre me ha abierto puertas, que aunque lo ocultan, mi abuelo sigue teniendo muchos simpatizantes en los sitios más inesperados.

Tanto que, visto lo visto en la actualidad, da gusto tener por abuelo a un auténtico político, un servidor de lo público, que antepuso siempre los principios al interés personal. De hecho, es de los pocos que, siendo fieles al régimen nacido del 18 de julio -al que incluso los españoles de hoy  debemos años de paz, orden y progreso frente a la alternativa de entonces de violencia, caos y ruina- fue expulsado de su puesto por ése mismo régimen y después, en la falsa democracia, ninguneado y despreciado. Otros, en cambio, incluso algunos ministros del franquismo, fueron alabados como demócratas de toda la vida porque supieron apuntarse al reparto de la tarta en esa fiesta de la estafa que ha sido el proceso de la transición y cuyas chapuzas ahora apagamos…

Si he decidido hacer públicas estas historietas sin importancia es porque creo que son útiles para mostrar en qué tipo de país vivimos. Algunas se comprenden por el momento, la del año 81, pero otras son intolerables por el desprecio que supone rechazar a alguien por el mero hecho de llamarse por su nombre. Siempre con ironía hablaremos de estas cosas para destacar qué pasa aquí que,  si bien pareciéndonos bien  que un rector de la Complutense pueda ser un  hijo de Carrillo –conocido genocida de Madrid-, no querríamos experimentar ser candidato a semejante puesto, por la lluvia ácida que caería sobre el nieto de quien ha sido completamente inofensivo pero que tiene peor imagen –incluso en las acomplejadas derechas- que el tal comunista…Así son las cosas. Por eso, próximamente, en varios capítulos, comentaremos estas curiosas anécdotas debidas a mi nombre, nos reiremos e intentaremos aprender. Aquí, como aperitivo, sus  títulos:

1-Las servilletas de PRYCA, 1981
2-Me expulsa de clase un  jesuita, 1995
3-La elección a delegado de clase en la Universidad, 1996
4-Ruiz-Gallardón se asusta por una foto, 2003
5-El director de recursos humanos de una multinacional no quiere contratar a alguien que se llama como yo, 2002
6-La historia del abuelo del jefe de mantenimiento de un matadero de cerdos, 2005
7-Demasiado de derechas para Intereconomía, 2010.


Espero que os gusten, pronto comenzamos. Feliz Verano.

6 comentarios:

  1. No se pueden leer Blas

    ResponderEliminar
  2. Ardo en deseos de conocer las siete primeras. La última la conozco, o eso creo; aunque seguro que descubrimos nuevos detalles.

    ResponderEliminar
  3. Carlos, Aspirante, no son links, son títulos de lo que publicare en días sucesivos...

    ResponderEliminar
  4. Tengo que reconocer que este tipo de artículos me llaman mucho más la atención, ya que lo político me aburre sobremanera y los debates sobre ello no llevan prácticamente a ningún sitio, ya que es muy complicado que alguien vaya a otorgar a otro la razón sin ver en ello nada denigrante hacia uno mismo.

    Te doy mi enhorabuena por este primer artículo y espero con impaciencia los siguientes.

    Un saludo, Santiago.

    ResponderEliminar
  5. JJAJAJJAJ MUY BUENO BLAS, NO CREAS QUE PARA NOSOTROS FUE FACIL EN UN BAARRIO COMO EN EL QUE VIVIAMOS Y CUANDO DECIAMOS DONDE TRABAJAN TUS PADRES?A QUE SE DEDICAN?............., CUANDO DECIAMOS CON QUIEN TRABAJABA MI MADRE ALGUNOS PONIAN CARA DE POKER........, PERO ORGULLOSOS DE LO QUE MI MADRE HACIA Y DE DONDE LO HACIA.VOLVERIA ENCANTADA.UN SALUDO FELIZ VERANO

    ResponderEliminar

Por favor, deja tu comentario y valora esta entrada, tanto si estás de acuerdo como en desacuerdo.