HAY QUE IR AL CORAZON DE LOS ASUNTOS

Claro, vamos a ir al núcleo de los temas. Porque es fundamental. Porque siempre nos despistan y nos cazan. Como dice la fábula de Tomás de Iriarte, Los dos conejos. Recordarán los amigos del colegio que la aprendimos de memoria…Yo no la he olvidado:


Por entre unas matas,
seguido de perros,
no diré corría,
volaba un conejo.
De su madriguera
salió un compañero
y le dijo: «Tente,
amigo, ¿qué es esto?»
«¿Qué ha de ser?», responde;
«sin aliento llego...;
dos pícaros galgos
me vienen siguiendo».
«Sí», replica el otro,
«por allí los veo,
pero no son galgos».
«¿Pues qué son?» «Podencos.»
«¿Qué? ¿podencos dices?
Sí, como mi abuelo.
Galgos y muy galgos;
bien vistos los tengo.»
«Son podencos, vaya,
que no entiendes de eso.»
«Son galgos, te digo.»
«Digo que podencos.»
En esta disputa
llegando los perros,
pillan descuidados
a mis dos conejos.
Los que por cuestiones
de poco momento
dejan lo que importa,
llévense este ejemplo.

  Aquí no vamos a ser como los conejos que se paran a discutir sobre aspectos absurdos en medio de la crisis y del peligro. Recuerdo, sobre el tema del matrimonio homosexual la cuestión puramente nominal, tan discutida. Pero pocos dijeron que se habían cargado una Institución del Derecho, histórica y sagrada…O sobre el aborto, unos ampliando el disparate vigente y otros diciendo que era una cortina de humo… Políticos, con ayuda de los medios, suelen querer que seamos como los conejos, para cazarnos desprevenidos y meternos su goles…Por eso prometo un esfuerzo para ver el trasfondo de los temas, yendo más allá, quizá con riesgo de pasarme…Pero es que, el que no se arriesga, no gana. Y queremos ganar.