No he terminado el libro, pero ya lo recomiendo. Memorias de un preso, de Mario Conde.
Hay un par de cosas que me están impresionando sobremanera. Una, porque no la esperaba. La otra, porque me la esperaba...No voy a entrar a juzgar a Mario Conde, solo cuento lo que más me está impresionando de un libro, cuando menos, interesante, pues se refiere a graves hechos de nuestros historia reciente.
La que no me esperaba es la narración que hace Conde, en la que en todo momento su esposa, Lourdes Arroyo, está presente apoyándole. Pero no es sentimentaloide, al contrario. Cuenta que su mujer siempre fue sabia consejera avisándole de los peligros en que se metía por enredar, por hacerse notar...Le decía, "no te distingas, deja ciertas amistades". A pesar de sus avisos, supo apoyar a su marido en las durísimas circunstancias que vivió después. Un testimonio de amor muy necesario para cualquier matrimonio.
La que me esperaba pero que se hace impresionante por la terrible verdad de lo que se relata, es todo lo relacionado con el aparato del Estado, el sistema, los que mandan, los que pinchan y cortan...O te pliegas a lo que ellos hacen y dicen, o estás civilmente aniquilado. Y utilizan todo su poder contra ti, político, judicial, económico. En mi familia hemos vivido algo parecido, salvando las distancias y los motivos. Y todavía la consigna pesa sobre nosotros. Te entendemos Mario Conde, igual que a otros tantos...
En fin, no cuento más porque lo pasaréis mejor leyéndolo. Hasta otro día.
Blas,
ResponderEliminarA mi tampoco me sorprende tanto lo que comenta Mario Conde del sistema. Siempre ha sido así...o por lo menos ha parecido serlo. Ya no sólo en el mundo de la política, sino también en cualquier tipo de organización social. Podría ponerte algunos ejemplos; el caso de la salida del Rodrigo Rato del PP hacia el FMI, por ser discordante con la guerra de Irak; o la salida de Vicente del Bosque como entrenador del Real Madrid. Y no hablemos de la salida de María San Gil del PP del País Vasco.
El estar en contra de lo establecido ha sido siempre un factor de riesgo, no sólo de la pérdida del "poder" que se tiene, sino también en ocasiones, de exclusión "social" (entendido como entorno en el que la persona habita dentro de la organización). Ocurre también en las empresas, cómo no.
Y Mario Conde, no iba a ser diferente. Se metió en cosas que incomodaban a quienes tenían el poder, motivando la persecución. Su mujer lo veía venir y por eso le aconsejaba, desde el más profundo y leal de sus sentimientos, que dejara ciertas actividades y amistades.
Así que, como a tí, no me sorprende que los que "cortan el bacalao" hagan lo que les sale de las mismísimas narices. Una parte de la culpa es nuestra por otorgar el poder a una panda de indocumentados. Otra parte, la tienen los "chupaculos" que viven del clientelísmo de quien manda. (La tropa de la ceja o la SGAE, son dos muestras claras). El resto de culpa la tiene (tenemos) el inmovilísmo en el que cae (caemos) simplemente por no tener más líos. No es una actitud cobarde, sino cómoda. Cobarde sería empezar a cambiar las cosas y doblegarse al que manda a las primeras de cambio. La comodidad es diferente, provocada por esta especie de "sociedad de bienestar" que pretende tenernos a todos como obejas dentro del rebaño pensando "mientras tenga mi sitio en el establo, mi pienso, me ordeñen y me esquilen no voy a salir de aquí". Si cambiamos las palabras "mi sitio en el establo" por "casa", "pienso" por "comida", "me ordeñen" por "trabajo fijo" y "me esquilen" por "ocio o vacaciones"...veréis que no somos tan distintos. De echo, a quien está fuera de lo estipulado es común calificarlo como "la obeja negra".
No interesan las obehjas negras, y si no, pregutémosle a Mario Conde.
Interesantísima la emisión especial de "El Gato al Agua" sobre la verdadera historia del auge y caída de Mario Conde.
ResponderEliminarRecuerdo, todavía con escalofríos, sus palabras sobre su estancia en la carcel:
"En la cárcel estas solo y tienes que proponerte aguantar ese día y luego ya veremos".
"Es muy duro porque tienes el convencimiento que ese día es igual al siguiente y al siguiente y en un caso como el mío, que nunca sabes cuando vas a salir, es peor".
"Hay personas que no lo resisten".
"Yo me propuse sobrevivir y me lo tuve que proponer varias veces, porque entraba y salía, y al final creo que, no con demasiado daño, estoy aquí".
"Yo me puse un cartelito que decía: "llévate bien con lo inevitable y hazte íntimo amigo de lo insoportable" y lo leía todas las mañanas".
De cualquier forma Mario Conde no es santo de mi devoción, hay que recordar que, aunque durmiente, M. Conde es masón, se presentó a las elecciones generales con el ultracentrista y ultraliberal CDS y es amiguísimo de F. González. No es precisamente un personaje que encarne principios y valores que un buen católico y un buen español debe tener.
ResponderEliminarPues aqui está de nuevo otro o el mismo anónimo sentenciando y calumniando. Tu que tanto sabes, qué poco lees...Mario Conde reconoce que lo fue pero que lo dejó.
ResponderEliminarY eso de los valores...hasta el mismo Cristo elogia (Evangelio de este domingo, por ejemplo) la sagacidad del administrador infiel...A ver si vas a decir tu, por encima de Dios, qué valores puede uno tener o no. ¿Acaso uno no puede cambiar? ¿Acaso un hombre es 100% malo? Sectarismo, ninguno. Yo me quedo con lo bueno que encuentro, y Mario Conde es muy brillante y está diciendo cosas a tener en cuenta. Tu te quedas solo en el anonimato.