23-F, TODOS EN EL AJO....¡¡MENOS LA EXTREMA DERECHA!!

A medida que se van conociendo todos los detalles, resulta apasionante ver a los jerifaltes, políticos y espías de entonces, reconocer, por fin, que el 23-F fue un Golpe de timón del propio sistema. Estos días han hablado, en esta línea, por ejemplo,  Perote, Cortina, Armada, el abogado de Tejero, agentes del CESID y, anoche, un patético José Bono, que todavía nos quiere convencer de la mentira de sus bolsillos de cristal...Mentira tan grande como la que también dijo anoche, entre otras muchas, de que su partido no estaba en el Gobierno de concentración que saldría del Golpe...

Al parecer, todo vino a precipitarse en febrero de 1981.  Los Estados Unidos, preocupados por el devenir de la chapucera transición, estaban espantados con la posibilidad de que el comunismo se asentara en España. Acababa de llegar Reagan al poder. Esto no deja de ser un error de apreciación de la CIA, pues de no ser por el Rey, Suárez y Fraga, el genocida Carrillo no hubiera cosechado más que desprecios en nuestra Nación. Pero el hecho de pensar que el  partido comunista hiciera de la suyas en España, en plena Guerra Fría, llevó a los americanos a presionar al Rey para quitar a Suárez y poner orden en el caos. Y es que en el último  año, casi 100 militares y Guardias Civiles habían sido asesinados por el terrorismo (y nos dicen que fue una transición incruenta...), con lo que la tensión era máxima. Pero Suárez, un chuleta, mandó a todos al cuerno antes, pues se hartó de ser utilizado. Pero tuvo lo que se merecían los traidores, el desprecio de todos, aunque ahora le elogien...Y así precipitó el Golpe.

Según la concluyente tesis de Jesús Palacios,  queda claro que se trataba de hacer un Gobierno de concentración, obligando a los Diputados a votar a un Presidente que sería un General de la confianza del Rey (Armada).  Nada de tres Golpes chapuceros.  El CESID coordinó todo. Tejero entraría en el Congreso con todas las facilidades. Se obligaría, dentro de la Constitución y por orden del Rey, a votar un Presidente que nombraría un Gobierno de concentración con todos los partidos. Esto era un fiel reflejo de la operación que llevó a De Gaulle a la Presidencia de Francia. Y la colaboración entre el Ejército, la Monarquía y el PSOE no era nueva en España. Se hizo igual cuando Primo de Rivera, en 1923...

Pero en este ajo estaban todos los partidos, excepto uno: la Unión Nacional, cuyo representante en el Congreso en aquél momento, era Blas Piñar y no sabía nada. Mi abuelo ha confirmado que Tejero, durante aquélla larga tarde, le enseñó la lista de aquél Gobierno. Tejero, al final, habiendo sido utilizado para la entrada en el Congreso, se comportó como un hombre de honor que no permitió el disparate, y dijo: “No me juego la vida y el honor por este Gobierno con comunistas.” Todo lo contrario que la mayoría de aquéllos diputados serviles, falsos demócratas de toda la vida...

Aquí ya está todo claro y, por tanto, lo coherente, lo sincero, es despreciar a todos los partidos y al propio sistema por Golpista y vendernos luego la democracia. Si estaba el CESID, estaba el Gobierno, y estaba por tanto el Rey. Pero, paradojas de la Historia, el único que no estaba, y  que se mantuvo en la legalidad que criticaba (proféticamente supo avisar hace 30 años de lo que se nos venía encima) fue un solitario Blas Piñar. Y  va a resultar que no sólo es el más brillante orador de la democracia, sino el más honrado y decente político que hayamos conocido desde 1975 (nos gusten o no sus principios, al menos es fiel a ellos). Pero este sistema, afianzado gracias al autogolpe, sistema del que no estamos orgullosos y que da sus últimas bocanadas, ha tratado peor a mi abuelo que al genocida de Paracuellos.

A pesar de todo, lo que en el fondo causa más espanto (y eso que todo es terrible), es que lo que vamos sabiendo sobre cómo ocurrió el Golpe del 23-F, se empieza a parecer mucho a la verdad de lo que vamos sabiendo sobre cómo ocurrió el 11-M...Al final, todos en el ajo. Menos los pocos decentes y honrados.