No otra cosa es lo que ocurre.
Es difícil, de todas formas, tener todos los datos y lograr entender qué es lo que está ocurriendo en el mundo islámico, con las revueltas de Egipto y Túnez. Que Mubarak es un dictador es verdad. Que lleva siendo apoyado, desde hace años, por USA y Europa, también. Y también lo es que, sin venir a cuento, han comenzado unas revueltas no sabemos por quién dirigidas.
Lo que aterra es que Europa se vea rodeada de islamismo radical. Yo no sé si Mubarak es bueno o malo, pero seguro que mejor es que Egipto no se convierta en otro Irán. Lo mismo ocurre con otros países. No es tan extraño que sean los medios progres los que nos digan que son revueltas de libertad, cuando son revoluciones islamistas. Pero la izquierda, en su falta de argumentos contra los fundamentos de libertad del mundo occidental, ha encontrado un aliado perfecto en el Islam, tan enemigo de la civilización como ellos mismos.
Por eso Merkel, un farito de luz que puede ver una Europa a la deriva, ha dicho recientemente: “el problema no es el exceso de Islam en Europa, sino la falta de cristianismo”. Y también ha dicho Cameron, hace un par de días: “hay que reconocer el fracaso del multiculturalismo, los inmigrantes musulmanes, después de varias generaciones, no terminan de sentirse británicos y hemos cedido en nuestros valores”.
Y es que la debilidad moral de USA y Europa, con una falta total de convicciones en la mayoría de los políticos que las dirigen, alienta al islamismo, porque ven más fácil su victoria. Si a principios del siglo VIII, en unas montañas de Asturias, un grupo de hombres pudo plantar cara a la barbarie, fue porque entendían por qué luchaban y lo que querían defender. Necesitamos volver a tener las cosas tan claras como aquéllos héroes a los que debemos la poca libertad que nos queda…
Durante la historia de occidente(sé poco de historia, por lo que si me equivoco, perdonadme) hemos vivido épocas de creencia y otras de escepticismo. Podemos comparar la creencia en valores a la economía, ambas son cíclicas. Ahora vivimos un momento de escepticismo, de relativismo, en el que creer en valores (ya no hablo de fe o religión)es algo raro e incluso a veces, perseguido. A pesar de ello, sí que veo "brotes verdes", y perdón por la expresión. Veo brotes verdes en el "back to basics" inglés, en el Tea Party americano y en un movimiento de nuestra generación con ganas de cambio (a pesar de ser muy muy incipiente). Estoy convencido de que occidente volverá a creer. No nos queda otra si queremos sobrevivir, si queremos que nuestro modo de vida continúe. Sin duda, esto debe ir a más, y para eso tenemos que trabajarlo y tenemos que ser guiados por unos líderes que realmente esten dispuestos a luchar por ello. Hoy parece dificil. Pero seamos optimistas, porque, como decía Andrés Montes: "La vida puede ser maravillosa, Salinas".
ResponderEliminarEn 40 o 50 años como mucho Europa será musulmana. Este es el veradero peligro. La barbarie de esta secta criminal dará el golpe de gracia a lo poco que queda de occidente.
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