miércoles, 8 de diciembre de 2010

LA INMACULADA CONCEPCION DE LA VIRGEN MARIA

La definición del dogma de la Inmaculada Concepción se encuentra en la bula Ineffabilis Deus del Papa Pio IX, el Papa que, después de Pedro, ha sido el que más tiempo ha dirigido los destinos de la Iglesia. Dice así:
Definimos, afirmamos y pronunciamos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original desde el primer instante de su concepción, por singular privilegio y gracia de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de Cristo-Jesús, Salvador del género humano, ha sido revelada por Dios y por tanto debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles.
Conviene aclarar, (dado que hablamos para los sabios de hoy) que la afirmación de un dogma no es ni más ni menos que la afirmación solemne de una verdad que ya se conoce. No es, como sostienen esos sabios, definir como verdadero algo que no lo era. A veces, la negación de una de esas verdades sostenidas de siempre, por ejemplo por parte de una herejía del momento,  hace que sea conveniente la afirmación de esa misma verdad como  dogmática. Desde el Siglo IX ya se celebraba la Inmaculada en diversos lugares como Fiesta de la Iglesia y a finales del siglo XV era Fiesta universal en la Iglesia.
También, aclaremos que se trata de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Y es que algún sabio de hoy me dijo, hablando de esta fiesta,  “no entender esa fiesta que a pocos días del nacimiento de un niño, se celebra su inmaculada concepción por el Espíritu Santo...” La ignorancia es tan atrevida…
Es verdad que se hace difícil de entender la importancia y necesidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen. Sin embargo, esta verdad necesaria en la lógica del plan de Dios, ha sido defendida por eminentes teólogos y por el pueblo cristiano desde siempre. El dogma de la Inmaculada Concepción de María no ofusca, sino que más bien pone mejor de relieve los efectos de la gracia redentora de Cristo en la naturaleza humana. Todas las virtudes y las gracias de María Santísima las recibe de Su Hijo. La Madre de Cristo debía ser perfectamente santa desde su concepción. Ella, desde el principio, recibió la gracia y la fuerza para evitar el influjo del pecado y responder con todo su ser a la voluntad de Dios. Y más misterioso aún: ¡siendo María totalmente libre! A María, primera redimida por Cristo, que tuvo el privilegio de no quedar sometida ni siquiera por un instante al poder del mal y del pecado, miran los cristianos como al modelo perfecto y a la imagen de la santidad que están llamados a alcanzar, con la ayuda de la gracia del Señor, en su vida.
Pio IX, que fue un Papa (ya beatificado) que durante su largo pontificado se enfrentó a los gravísimos problemas de su época, cuyas consecuencias aún padecemos, fue muy valiente al definir este dogma. Dogma confirmado por la tan milagrosa Virgen de Lourdes a una humilde pastorcilla de las estribaciones del Pirineo francés tan sólo tres años después. Fueron estas las palabras que pronunció María ante la insistencia de la pastora preguntando por su nombre: “Yo soy la Inmaculada Concepción”.
La Iglesia no puede adaptar la Verdad a su conveniencia. La Iglesia simplemente protege la Verdad que ha recibido de la Revelación (mediante la Tradición y las Escrituras) y nos la recuerda, nos la ilumina, para hacer más sencilla nuestra vida religiosa. El dogma es una forma de iluminar la Verdad.  Y debemos hacer lo posible para entenderlo (lo cual, en la Fe Católica es posible, porque es razonable y, además, es una aventura apasionante) y, entendiéndolo, dar gracias.


3 comentarios:

  1. Gracias por esta entrada que me sirve para comprender mejor la Fiesta de hoy. Me resulta muy agradable que trates temas de Historia, de actualidad y de Religión Católica. Porque en los primeros cuentas anécdotas de las que podemos aprender. En lo segundo, cuando hablas de actualidad, aportas una elegante e incisiva crítica muy diferente a la que econtramos en los medios y tercero, a mi que soy atea me interesa entender por qué creen los que creen. Gracias Blas. Almudena S. P.

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  2. ¡Pues sí señor! Reconozco que yo no estoy de acuerdo en casi nada de lo que se escribe en este blog--aunque lo respeto por coherente--. Pero por eso precisamente me gusta mucho que el autor haya tratado el tema sin meterlo en un "pack": no es un dogma de derechas, ni español (aunque es verdad en España se cultivó esa devoción especialmente), ni de nadie en particular, sino de todo el pueblo cristiano, como Verdad que era desde el principio de los tiempos. Vamos, que se puede ser independentista catalán, por ejemplo, o ecologista antiglobalización, y festejar hoy a la Inmaculada Concepción. Gracias.
    José Manuel

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  3. Gracias Almudena y Jose Manuel, creo que estos dos son los comentarios que más me han emocionado desde que he empezado a escribir este blog. Gracias de verdad.

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