miércoles, 25 de septiembre de 2013

España y el Alcázar de Toledo: de los héroes a los mercaderes

Nos recuerda mi padre, cuando cada año a finales de septiembre acudimos al aniversario de la liberación del Alcázar de Toledo a los dos meses de comenzar la Guerra Civil, el debate que surgió nada más terminar la contienda sobre si se debían reconstruir las ruinas o dejarlas tal cual para mostrar a las futuras generaciones las consecuencias del conflicto.

El Alcázar es todo un símbolo de muchas cosas. Las más conocidas: de inteligencia militar defensiva estudiada en muchas Academias del mundo, de supervivencia, de fe, de unidad, de heroísmo… En fin, entre las casi 1800 personas tuve a dos de mis bisabuelos y siempre me ha conmovido, durante la celebración de la Eucaristía en la que se reza por la reconciliación en el espectacular Patio de Armas, el sacrificio de quienes me legaron la Vida, la Libertad, la Patria y la Fe.

Hoy en día, vuelve a ser un símbolo, pero sobretodo de nuestra decadencia. Lo fue también del resurgir y de la renovación: se optó por reconstruir el monumental edificio, una antigua obra de arte de todas las épocas desde la temprana Edad Media. Una manera de mirar al futuro, de levantar a España de la postración y la ruina.

Pero con la desintegración del Ejército, el desprecio a los valores patrióticos y la nefasta Ley de Memoria Histórica, el Alcázar ha ido perdiendo significado porque ha sido maltratado por nuestros gobernantes, por odio y por complejo. En él se ha construido un Museo del Ejército en el que, además de seguir en muchos momentos las pautas más oscuras de la Leyenda Negra, se ha borrado del todo el significado que  alcanzó en la Guerra Civil, cuando debería ser tratado con orgullo y por encima de la ideología, siendo un ejemplo para todos los españoles de cualquier época.

Aún más, ahora se quiere utilizar el Alcázar como una especie de lugar de celebración de eventos y ferias comerciales con el objetivo de obtener fondos para el Estado. Una vergüenza más, por cuanto en su cripta se hallan enterrados muchos españoles que merecen, cuando menos, un profundo respeto.


Cada aniversario, volviendo de Toledo, ya entrado el atardecer con esa bella luz del primer otoño, me pregunto, emocionado, conmovido, si algún día, en España, aprenderemos a reconocer a nuestros héroes olvidando la ideología y resaltando lo que nos une… Otras naciones aprendieron hace años. Aquí, aún tenemos españoles abducidos por la propaganda del sectarismo antinacional. Que los héroes del Alcázar y de tantos que dieron su vida por Dios y por la Patria nos iluminen para seguir su ejemplo y legar a nuestros hijos una España mejor que en la que hoy vivimos.

El próximo domingo 29 a las 11h se celebra una Santa Misa para celebrar el aniversario de la liberación y para rezar por España.

Otros artículos míos con motivo de los 75 años de la liberación: 

http://elalcaldedezalamea.blogspot.com.es/2011/09/asi-he-vivido-los-75-anos-de-la.html

http://elalcaldedezalamea.blogspot.com.es/2011/05/hace-75-anos-dos-de-mis-bisabuelos.html

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Lo urgente no es defender tus ideas, sino crear un sistema para poder defenderlas

Claro que siempre hay que mantener los principios y, por supuesto, defenderlos. No me entiendan mal...

Pero es tal la situación de la partitocracia corrupta que ha llegado el momento de sumar, de presentar alternativas serias. No podemos quejarnos siempre. No podemos criticar permanentemente todo. No podemos, mucho menos, quedarnos parados mientras todo se hunde a nuestro alrededor. En la Historia ya han ocurrido sucesos parecidos, crisis terribles y momentos de pesimismo sin esperanza alguna en un futuro mejor. Pero fueron las minorías, minorías creativas se llaman ya en el mundo del pensamiento, las que, sin miedo, con esperanza, con fe, con ilusión, transformaron lo que todo el mundo creía imposible de mejorar.

Para cambiar las cosas hace falta tener una alternativa. No basta la crítica por sí misma. Está bien diagnosticar el problema: es una paso evidente para comenzar a solucionarlo. 

España necesita de buenos médicos, no tanto para el diagnóstico, que está ya claro desde hace años, sino para diseñar una estrategia de cura. Todo un equipo de médicos. Y unido. De diferentes disciplinas. Porque no necesitamos esos micropartidos de cada ego ni minilíderes obtusos. No necesitamos defensas de la patria que contribuyen a alimentar al enemigo. No necesitamos analistas de red social. No necesitamos soluciones de barra de bar. No necesitamos tanto defender nuestra singularidad, nuestras pequeñas nimiedades sino entender que debemos crear un sistema donde las ideas puedan ser defendidas, donde se escuchen las opciones, donde se respete a todos y no se permitan ni chantajes a la nación, ni estructuras políticas cerradas. Debemos, en fin, sumar. 

Necesitamos unión por unos mínimos para crear una democracia auténtica, un sistema abierto. Lean Catársis, ya comentado aquí. Debemos entender que si cada uno nos cerramos en nuestras propias prioridades jamás construiremos nada. Porque muchos han olvidado que la política es el arte del pacto y del negocio y hay que prepararse para poder formar una alternativa más allá de principios excluyentes. Sobra radicalismo sectario.

Si  no se genera una corriente auténticamente democrática, reformista, nacional, dispuesta a proteger derecho y libertad en todos los ámbitos con unas garantías jurídicas basadas en la independencia del poder, con libre acceso a la arena política, nada podrá ya ser defendido. Ni siquiera tantos principios que hoy nadan en la marginalidad. Al menos cambien la estrategia... Urgen mentes abiertas, espíritus genenerosos. "No podemos lavarnos las manos", dice el Papa Francisco. No podemos decir, como me decía ayer un amigo "a mi no me interesa la política, porque no creo en ella" porque así alimentamos aún más el poder de los que nos han estafado.

Piensen, mediten, dejen los tópicos. Abandonen el sectarismo. Sólo sumándonos a un grupo cualificado, una minoría inteligente, formada, culta, respetuosa y ambiciosa, con fe e ilusión es nuestra esperanza de crear la auténtica mayoría que sacará a España del Estado de Corrupción nacido del Régimen de 1978.


martes, 17 de septiembre de 2013

¿Qué significa el Caso Faisán del PSOE, PNV y la ETA?


A la altura del 11M en cuanto a que es también una traición a la nación,  superando con mucho cualquier otro tipo de inmoralidad y, representando bien lo que es el Régimen del 78, el juicio del caso Faisán comenzado ayer es una perfecta síntesis de lo que ocurre en España: un Estado de Corrupción que no es sólo económica.

En el caso Faisán vemos esa politización de la justicia, esos pactos tan oscuros con el terrorismo, esas cloacas del Estado y, por encima de todo, esa casta política siempre dispuesta a mantenerse por encima de sus ideas y aún en contra de los ciudadanos de los que viven.

El chivatazo del Faisán es una agresión terrible a las víctimas, al Estado de Derecho y a toda España, es cloaca, es justicia politizada -¿dónde están los responsables de entonces, García Hidalgo, Director de la Policía y dónde Rubalcaba, Ministro del Interior?-, es podredumbre moral de los policías que cumplen órdenes repugnantes, es intimidad ideológica contra España entre el PSOE, el PNV y la ETA –árboles y nueces- y, por tanto, es confirmación de lo que llevamos sospechando desde hace años: que en España se adueñaron del poder quienes están empeñados en destrozar la nación por ruina y por división.

Según ha declarado el investigador policial en el juicio “el chivatazo es una acción política encaminada a afianzar el proceso con ETA iniciado por Zapatero” puesto que se evitó interrumpir un envío de fondos a ETA que hubiera supuesto la detención del histórico del PNV Gorka Aguirre –él si descansa en paz- y su acusación por pertenecer al aparato de extorsión de ETA –qué claros se ven aquí el árbol y las nueces- porque, otra vez en palabras del investigador: “en ésa misma mañana de 2006 Josu Jon Imaz, jefe del PNV, se reunía con Zapatero" para terminar de apoyarle en su hoja de ruta de cesiones a los terroristas.

No es sólo un gravísimo escándalo. Es que es la mejor muestra de lo que ha hecho con España el Régimen podrido del 78. Y aún hay gente que defiende y a hasta elogia a su impulsor  y máximo responsable: un Jefe del Estado que aún se atreve a decir que “la Justicia debe ser igual para todos”.


Mi abrazo a las víctimas del terrorismo que ven cómo el Estado que debería defenderlas ha decidido, una vez más, sumarse con fuerza a los que más las agreden pues estamos, ni más ni menos, que ante un caso en el que un Gobierno del PSOE decidió colaborar con banda armada.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Portugal: una historia, una poesía, admiración, nostalgia...


Ella -no recuerdo su nombre- me miró con sus ojos verdes, claros, brillantes, e interrumpió mi discurso técnico...

-¿Sabes? -Empezó a decir con ese característico portuñol que tanto une cuando se tiene pena por no estar unidos-. Me gusta mucho de los españoles que sean directos... Nosotros damos vueltas para llegar.

No era guapa, pero sí atractiva. Dulce, inteligente, apasionada con su trabajo. Encantadora. Quise corresponder a su cumplido de forma inmediata -pues estábamos hablando de negocios-:

-Bueno, a mi me gusta la educación y los portugueses sois muy educados.

Ya no nos interesó volver a la negociación acerca de ciertos productos que podía venderles. Empezó a contarme por qué se dedicaban a la producción de flor de sal, un condimento gastronómico de lujo. Yo pensaba que aquella podía ser una empresa interesante para mi cartera de clientes, pues también se dedicaban a criar microalgas marinas con aplicaciones en cosmética y alimentación. Se habían instalado en esas salinas del Algarve cerca de Faro, una zona preciosa, buscando otra oportunidad empresarial... 

El Departamento de Biotecnología de una universidad católica del norte de de Portugal había descubierto que una microalga que crece en las salinas produce una molécula de interés contra el cáncer. Cuando por fin podían empezar a producir de forma barata y rápida varios lobbies presionaron para que los organismos que deben aprobar los medicamentos no se lo autorizaran, puesto que varias multinacionales vendían carísimo ése mismo componente químico tras obtenerlo por un proceso de síntesis... Para amortizar la inversión empezaron a producir sal y a buscar otros usos a las diversas especies de microalgas que allí crecían...Impactante.

Luego tenía que volver a España, pues tenía más trabajo en el Puerto de Santa María. Doñana impide ir directamente por la costa, con lo cual hay que ir vía Huelva y rodear Sevilla. Hay que saltar el Guadiana en Ayamonte, el Odiel, el Guadalquivir y el Guadalete. Grandes ríos, grandes historias...

Los 305 kilómetros me dieron para pensar... Portugal, ¿qué tiene Portugal que cuando vuelvo de allí una profunda emoción me invade como si dejara lo que es mío y que tanto quiero? ¿Será la división que otros proponen cuando casi la mitad de los portugueses verían con buenos ojos una península enteramente unida? ¿Serán sus paisajes o su luz que llega cristalina desde el Atlántico, el océano que nos llevó en sus olas y con sus vientos a América? ¿No fueron allí juntos españoles y portugueses, unos a por riqueza, otros a llevarla, estos a llevar cultura y fe, aquellos a soñar aventuras, muchos por vivir en libertad y tantos para sobrevivir? Y pensaba tantas cosas... Yo, que siempre he estado interesado por la política cuando la política hoy es tan poco apropiada para servir al bien común, ¿no pudiera ser que resurgía, aún débil y de otra forma, una vocación política aún más especial que consistiría en trabajar por esa unidad entre España y Portugal? Razonar, madurar, imaginar...¿Tonterías? Quizá fuera la luz. La luz de Portugal es especial...

Gracias a mi trabajo -me encargaron del mercado portugués hace casi tres años- he tenido la inmensa suerte de recorrer Portugal, desde Oporto a Faro, pasando por la universitaria Coimbra, Lisboa con todos sus alrededores... El Alentejo entrando por Extremadura, Viseu en la Sierra de la Estrella entrando desde Ciudad Rodrigo, el Algarve llegando desde Huleva... 

Hasta escribí una poesía mediocre en un vuelo de vuelta desde Lisboa a Madrid:

PORTUGAL:

Tierra de suave montaña,
De luz alegre y brisa calma,

Y de buena gente educada.

Vecina y hermana de España:

Tan cerca andabas del alma
Y te alejó una historia errada.
Nunca dejo de pensar,
Que el mundo tendrá bonanza
-Y seguro menos maldad-
Si el genio político alcanza
A recuperar nuestra unidad.
¿Acaso no puedo soñar?


Buenas noches, buenas tardes, buenos días...Que no se cuando leerá esto, pero es algo distinto de la dura actualidad que padecemos. Mejor, por eso, soñemos.



lunes, 9 de septiembre de 2013

Los Muros de Cataluña y la falta de libertad


Los Muros de Cataluña es un libro publicado a mediados de éste año, fundamental para entender el separatismo que se ha asentado en Cataluña con las imprescindibles concesiones de los gobiernos centrales y de la prensa afín, sea del PP o del PSOE.

El nacionalismo es al patriotismo lo que la pornografía al amor: una perversión. El patriotismo es sano, nace del amor a la nación y a su Historia -a los padres- mientras que el nacionalismo es un sentimiento superficial, que nace a la vez del complejo y del odio, que busca fuera los culpables de los propios errores y que cae en la estupidez de creerse a la vez superiores habiendo estado siempre oprimidos... Es una falacia basada en la lengua que no habla la mayoría y en el mito de que España les roba cuando toda su historia es un chantaje para recibir más y más dinero...

Pero lo grave no es lo que pueda lograr el separatismo, generando falta de libertad, envenenando a los niños con el odio a la verdadera y única patria, esquilmando a los ciudadanos para financiar no las necesidades sociales más urgentes sino los intereses de la casta nacionalista, con todos sus chollos, estafas y corrupciones. Eso no es lo realmente grave, siendo repugnante. Lo grave es que sea el Estado, los poderes de la nación, el Gobierno, esto es, los responsables de impedir las agresiones continuas y la vulneración no ya de las leyes sino la de la misma Constitución, los que lo permiten. No puedo dejar de pensar en esos ciudadanos españoles de Cataluña que sufren las consecuencias de la implantación de una tiranía clientelar en la que el nacionalismo es más que la excusa para un negocio: destrozar España es para ellos mucho más importante que el bien de su propia región...

Es importante resaltar que la casta mediática, hoy más dependiente que nunca del poder del Estado, es tan responsable como los políticos de los graves problemas de la nación. En el caso catalán, vendieron a Pujol como hombre de Estado, el mismo que quebró un banco en los primeros ochenta a base de llenarse los bolsillos y financiar el independentismo y para cuyo rescate España ya puso 300.000 millones de pesetas; aún hoy dicen que el sentimiento de unidad nacional caracterizó los Juegos de Barcelona 92 cuando allí se mostró a las claras la pretensión independentista de internacionalizar el problema y que desde entonces se agrava en cada evento deportivo con los más inquietantes berridos a los símbolos de España y, cuando conviene, callan sobre la terrible situación en los colegios catalanes, donde es imposible recibir la educación en la lengua oficial del Estado y donde se educa a los niños para que nunca olviden que los buenos catalanes son los independentistas... Y todavía se permitía a un diputado de ERC soltar un discurso contra España en el Congreso de los Diputados a la vez que enseñando una bandera independentista gritaba el contrasentido de que "esta es la bandera de la libertad".... 

¿Para qué seguir? Lean Los Muros de Cataluña, de un periodista nacido en Barcelona, Javier Montilla y les quedará clara la situación totalitaria que hoy viven los catalanes, generada por el separatismo y permitida por el Estado. Entenderán perfectamente lo que siempre ha sido el nacionalismo: una mentira, un montaje de odio, generado por las élites corruptas para seguir sometiendo y esquilmando al pueblo. Lo grave es que hoy, el Estado, siendo tan corrupto como esas élites regionales, no sólo no permite el dislate, sino que es cómplice, colaborador y beneficiario -según sus oscuras pretensiones-.  Ya hay un nuevo pacto con Mas a cambio de bajar el ritmo del independentismo. Otra factura más para todos los españoles. Es que es evidente: el enemigo de España más importante es el sistema político que padecemos.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Debate anoche en 13 TV: el problema del separatismo está en Madrid

A estas alturas –con toda una Comunidad Autónoma dedicando sus energías y nuestros dineros a un proyecto independentista- uno se sorprende de que todavía nos intenten colar el discurso de que hay un nacionalismo moderado frente a otro que es radial. Anoche, en 13 Televisión, mantuve un acalorado debate en el programa de Antonio Jiménez. No precisamente con una periodista conocida por su defensa de la ideología nacionalista, sino con Edurne Uriarte y en menor medida con Jaime González, ambos de ABC. Al menos, Carlos Cuesta, defendió con claridad lo mismo que yo: que no hay un nacionalismo moderado.

El caso es que Edurne Uriarte recurrió a tal distinción –tan repetida, tan falsa, tan favorable al separatismo-, para defender la postura de Durán y Lleida, conocido por su buena vida en Madrid al calor del chantaje permanente que les permite una ley electoral injusta, un sistema político pervertido y una alianza con los dos grandes partidos.  Yo respondí que nunca hubo diferencia entre los que agitan el árbol y recogen las nueces… Y menos en Cataluña, porque el árbol no se agita tanto como en el País Vasco.

El nacionalismo es un problema que nace del Estado que lo permite. Tan es así que ayer, que por primera vez, tuve ocasión de hablar en directo con Albert Rivera, al que admiro por defender la unidad de la Nación en uno de los sitios donde más la atacan, corroboró mi afirmación de que el Estado ha abandonado a esos millones de catalanes que se sienten parte de España.

Es así de claro: nada de lo que ha engordado el problema nacionalista se ha hecho sin la continua alimentación de los gobiernos centrales, sean del PP o del PSOE.  Ya se les entregó un poder inmenso en la Transición y ellos, con toda lógica –no como dicen por deslealtad-, lo han ido aprovechando. A lo largo de los años el problema ha ido creciendo, a medida que se les entregaban competencias a cambio de cada favor político. Y ahora algunos se asustan de las consecuencias. O no tanto. Porque ayer, hablando precisamente de la oportunidad Madrid 2020 alguien se empeñó en hablar de los éxitos de Barcelona 92, lo que aproveché para recordar que entonces, los nacionalistas ya mostraron, como siempre, su naturaleza: odiar a España, a pesar de que toda la Nación se volcó con su segunda y maravillosa ciudad. En ese momento toda la mesa lo negó, con elegantes desprecios personales –eres muy joven, no recuerdas, nosotros estuvimos, pero tú qué has leído- pero hay mucha información sobre el comportamiento grosero y paleto de los líderes de CiU; tanto, que hasta Pujol tuvo que disculparse ante el Rey por el comportamiento de la Generalitat durante los Juegos. Aquello lo recuerda muy bien periodistas catalanes como Xavier Horcajo o Javier Montilla, por ejemplo.

Pero como con la Memoria Histórica, siguen negando lo que no interesa los que se no quieren aceptar los errores del sistema, quizá porque viven de sus apaños. Pero olvidan, como el Rey -que cree que hablando se entienden- que esto se podrá mantener por muchos años cuando no hay Ley sin Estado, ni Jefe del Estado sin Estado, ni Estado sin Constitución, ni Constitución sin Nación... 

Y para colmo, hemos sabido hoy que Mas se reunión con Rajoy en secreto la pasada semana y que de pronto el Presidente de la Generalitat quita el pie del acelerador separatista por  estrategia y por algunos pactos y ya nos enteraremos de la factura que pagaremos por esto… Es decir, el mismo chantaje de siempre cuyos frutos se invierten en engordar a la bestia. Como dice Pío Moa, el problema del separatismo no está en los nacionalistas, está en Madrid.