Nos
recuerda mi padre, cuando cada año a finales de septiembre acudimos al
aniversario de la liberación del Alcázar de Toledo a los dos meses de comenzar
la Guerra Civil, el debate que surgió nada más terminar la contienda sobre si
se debían reconstruir las ruinas o dejarlas tal cual para mostrar a las futuras
generaciones las consecuencias del conflicto.
El Alcázar
es todo un símbolo de muchas cosas. Las más conocidas: de inteligencia militar
defensiva estudiada en muchas Academias del mundo, de supervivencia, de fe, de
unidad, de heroísmo… En fin, entre las casi 1800 personas tuve a dos de mis
bisabuelos y siempre me ha conmovido, durante la celebración de la Eucaristía
en la que se reza por la reconciliación en el espectacular Patio de Armas, el
sacrificio de quienes me legaron la Vida, la Libertad, la Patria y la Fe.
Hoy en día,
vuelve a ser un símbolo, pero sobretodo de nuestra decadencia. Lo fue también
del resurgir y de la renovación: se optó por reconstruir el monumental edificio,
una antigua obra de arte de todas las épocas desde la temprana Edad Media. Una manera
de mirar al futuro, de levantar a España de la postración y la ruina.
Pero con la
desintegración del Ejército, el desprecio a los valores patrióticos y la
nefasta Ley de Memoria Histórica, el Alcázar ha ido perdiendo significado porque
ha sido maltratado por nuestros gobernantes, por odio y por complejo. En él se
ha construido un Museo del Ejército en el que, además de seguir en muchos
momentos las pautas más oscuras de la Leyenda Negra, se ha borrado del todo el
significado que alcanzó en la Guerra
Civil, cuando debería ser tratado con orgullo y por encima de la ideología, siendo
un ejemplo para todos los españoles de cualquier época.
Aún más,
ahora se quiere utilizar el Alcázar como una especie de lugar de celebración de
eventos y ferias comerciales con el objetivo de obtener fondos para el Estado.
Una vergüenza más, por cuanto en su cripta se hallan enterrados muchos
españoles que merecen, cuando menos, un profundo respeto.
Cada
aniversario, volviendo de Toledo, ya entrado el atardecer con esa bella luz del
primer otoño, me pregunto, emocionado, conmovido, si algún día, en España, aprenderemos
a reconocer a nuestros héroes olvidando la ideología y resaltando lo que nos
une… Otras naciones aprendieron hace años. Aquí, aún tenemos españoles
abducidos por la propaganda del sectarismo antinacional. Que los héroes del
Alcázar y de tantos que dieron su vida por Dios y por la Patria nos iluminen
para seguir su ejemplo y legar a nuestros hijos una España mejor que en la que
hoy vivimos.
El próximo domingo 29 a las 11h se celebra una Santa Misa para celebrar el aniversario de la liberación y para rezar por España.
Otros artículos míos con motivo de los 75 años de la liberación:
http://elalcaldedezalamea.blogspot.com.es/2011/09/asi-he-vivido-los-75-anos-de-la.html
http://elalcaldedezalamea.blogspot.com.es/2011/05/hace-75-anos-dos-de-mis-bisabuelos.html
El próximo domingo 29 a las 11h se celebra una Santa Misa para celebrar el aniversario de la liberación y para rezar por España.
Otros artículos míos con motivo de los 75 años de la liberación:
http://elalcaldedezalamea.blogspot.com.es/2011/09/asi-he-vivido-los-75-anos-de-la.html
http://elalcaldedezalamea.blogspot.com.es/2011/05/hace-75-anos-dos-de-mis-bisabuelos.html