Es mirar al cielo despejado en invierno contemplando las mismas estrellas que sueles observar en verano; creer es estar seguro de que un beso significa que me quieres para siempre y que siempre me vas a perdonar.
Es admitir el milagro, es disfrutar del misterio, es sonreír porque has comprendido que tus pequeños límites humanos pueden romperse hasta el infinito. Creer es mirar atrás con la esperanza de que todo tiene remedio.
Es volar por encima del mundo y a la vez sentirte anclado a una poderosa fortaleza; creer es haber derrotado a todos tus enemigos. Creer es jugar con ventaja porque en las tragedias encuentras sentido y tu sufrimiento abre nuevas ventanas luminosas.
Es ser como un bebé de meses que sonríe al ver a su madre y es agarrar la mano de un abuelo que se despide en paz. Creer es un don, es el mejor regalo; es la más clara certeza y una fuerza imbatible. Creer es seguir admirando la vida sintiendo emociones.
Es amanecer con ganas de dar gracias por cada segundo que vives y es buscarte en lo invisible; creer es encontrar tu mano cuando me he caído, sentir tu brisa que me hace volar más alto y empaparme de tus lágrimas cuando te he ofendido.
Es todo un argumento, una fuerza, un conocimiento nítido y toda mi seguridad. Creer es esto y yo creo. Feliz año nuevo.