lunes, 2 de junio de 2014

El Rey abdica para que permanezca el juancarlismo

Comprendo, dada la desinformación, que pocos hayan entendido mi breve análisis -era para Twitter- sobre la abdicación del Rey Juan Carlos I: "se va el Rey para que permanezca el juancarlismo". Basta leer dos entradas proféticas -según algunos de mis más fieles lectores- para caer en la cuenta de lo que implica esa afirmación:

El fracaso de la Monarquía, sobre el libro de Javier Castro-Villacañas y una más inquietante todavía que me salió hace casi dos meses: Felipe también quiere su transición y que hoy me he quedado impresionado al releer.

El caso es que estamos en una fase constitucional que, como en la Transición, se volverá a hacer -mejor dicho, se está haciendo- en reservados de restaurantes y en despachos oscuros, esto es, de espaldas a los ciudadanos. El problema del régimen de la corrupción y del consenso con el separatismo ha aflorado como el mejor símbolo de la herencia del juancarlismo. Pero en vez de hacer autocrítica se despide al Rey, su mejor garantía, porque está en peligro esa herencia que los poderosos desean mantener. Por eso enternece ver a la casta periodística alabar el legado y la contribución del Rey a España con los tópicos de siempre cuando España está más arruinada que dividida que nunca. Quizá ciertas castas le aplaudan porque nunca hubieran soñado estar mejor que en ese Estado de la corrupción asentado en las trampas de la Transición.

Nada falta para seguir el guión de antaño: chantaje separatista, amenaza del terrorismo premiado como entonces porque es parte del apaño, líder de la izquierda radical aupado por las televisiones de la oligarquía para legitimar al sistema y consenso entre los dos grandes partidos: ahí están Rubalcaba pilotando su sucesión y Rajoy rematando a la derecha, si quedaba algo de ella. Hombres de Estado dicen. Sin duda, del Estado de la corrupción, del Estado de las cloacas, del Estado contra la Nación.

Se salva así a una corona al servicio del régimen elogiada por obedecer, elogiada porque el Monarca se va cuando le echan -les ha costado- y logra por tanto proseguir con el consenso en un Tiempo Nuevo y por eso aquí titulamos, hace pocos días, como conclusión del resultado electoral  Podemos mantener el régimen, que es lo que preocupa a quienes nos dirigen. Hay que apañar Cataluña -independencia financiada con un cupo vasco-, salvar a la corona e intentar pasar la crisis que no se puede acabar porque nadie se ha preocupado de corregir sus causas políticas, institucionales y morales.

En fin, más de lo mismo aunque esta vez, el búnker logra seguir en el poder. Y lo triste es que también venimos advirtiendo que o la auténtica República democrática la prepara la derecha por España o la izquierda, al final, logrará llevarnos al desastre otra vez.





3 comentarios:

  1. Jaque al rey?, jugada maestra, ahora han "escondido"a pablito, pero ya lo sacarán en otro capítulo del sainete, que no pare la farsa

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    1. Son unos máquinas. La jugada maestra. El gran golpe del sistema.

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  2. El PP, el PSOE y el IBEX-35 maniobrando la sucesión (ahora ya ningún medio calla las intervenciones del IBEX en el devenir de España). Al final Podemos nos está haciendo un favor a todos los que pensamos que el sistema está podrido.

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