miércoles, 22 de junio de 2011

LA ESTAFA DEL CONSENSO DE LA TRANSICIÓN

Los que desde pequeños fuimos criados en ambientes críticos con lo que se hizo en la transición, sabemos perfectamente cuáles son sus errores con precisión y ahora, reconfortados por ver cuantos más se van sumando a la crítica en los últimos años, no podemos estar más orgullosos de quienes nos educaron en la verdad política de la reciente historia de España.
Así, cada vez más,  desde todas las ideologías, empieza a criticarse el proceso que dio lugar  al sistema del 78, y que sirvió para proteger los intereses de las “torpes clases dirigentes y poderosas” como gustaba de referirse a ellas, desde años antes, al Presidente Carrero Blanco, asesinado precisamente para llegar a la chapuza que nos destroza como Nación.
La crítica al proceso de la transición no es ni puede ser, a estas alturas, una defensa del franquismo, que tuvo ya su tiempo y ya está siendo juzgado por la historia. Por cierto, con resultado cada vez más favorable después de años de intensa propaganda. La crítica tiene más bien que ver con el futuro, es decir, con lo que queremos que sea España –si es que nos dejan que siga existiendo- a partir de ahora.
Me he referido muchas veces a las historietas de idílicos consensos que nos cuentan los abuelos cebolletas desde numerosas posiciones de poder. Curiosamente, todos ellos supieron en su día convertirse, desde puestos clave de la dictadura, en “estupendos valientes demócratas de toda la vida”…Y ahí siguen, en los medios, en los bancos, en los partidos de todo color…
Pero ahora,  Pio Moa en su reciente libro  La Transición de Cristal que desmonta tantos mitos, o Dalmacio Negro en un soberbio artículo titulado –ya lo dice todo- La Tiranía del Consenso, así como anteriormente Blas Piñar -muchos años antes y de forma profética-  confirman el resultado ruinoso –político, moral, económico- de las mentiras de un proceso que, en el fondo, no se articuló bajo ningún consenso sino que se fraguó con las presiones internacionales de diverso interés, con el chantaje separatista de varias regiones y con la amenaza etarra que permitió que partes de la Constitución se redactaran, en vez de con la pluma de la soberanía, con la pistola del terrorismo…Sí, ni las Cortes del 77  fueron constituyentes ni se hizo nada de forma transparente, sino en despachitos y reservados de restaurantes, donde se repartían a los postres y a  trocitos, la tarta de España…¡Vaya manera de empezar la democracia! Ojo a la cita del Profesor Negro:
Lo menos claro ha sido el papel de ETA (en este consenso). ¿Por qué no se ha acabado con esta banda en tantos años? Objetivamente, es obvio que el terrorismo etarra mantiene una situación tensa, de inseguridad, y difunde la sensación de miedo en la sociedad… Probablemente, su triunfo (de los socialistas gracias al 11-M del 2004) salvó a ETA de la extinción. En realidad, los socialistas repusieron el consenso inicial, aparentemente tolerante con ETA. ¿Es esto lo que quiere el Partido Popular?
O si no, ¿cómo se explica, en pocos años, la conjunción de intereses entre monarquía y comunismo, socialismo masónico y parte de la  Iglesia -la progresista-,  entre algunos falangistas traidores y el capitalismo radical del liberalismo, entre los tan fieles franquistas y la oposición democrática, entre defensores de la Unidad de España y los peores separatistas?
¿Cuándo harán crítica estos que nos dirigen durante casi ya más tiempo que el mismo Franco? ¿Cuándo permitirán las reformas que urgen? ¿Cuándo dejarán paso a los que queremos mirar al futuro con ilusión, en vez de al pasado con mentira y engaños, como hacen ellos?

8 comentarios:

  1. Así fue.Un apaño como todo lo que se viene haciendo y deshaciendo desde entonces, Blas.

    Maria de la O.

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  2. Enorme Blas!!!!!


    Un abrazo fuerte.

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  3. Te felicito Blas, contribuyes valientemente a desmontar ese mito del consenso de la transición, donde los conceptos nacían fruto del consenso, así vemos por ejemplo como la "nacionalidad", vínculo subjetivo del nacional con su nación, se ... cosifica, se transfroma, y ahora es una parte de la nación, para que quede a medio camino del término nación y tampoco sea región, de forma que luego los que ostentan los poderes públicos en los entes autonómicos puedan autoproclamarse como nación, o como en Andalucia que ya es el colmo, en su estatuto reformado, "realidad nacional".

    Eleazar.

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  4. Muy bueno, Blas y mas cierto no puede ser. Todos los males que tenemos hoy en día los venimos arrastrando de aquellos tiempos y sobre todo uno, la creación de las autonomías, esto significó el gran desastre de España. Enhorabuena por tu análisis.

    M.G.

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  5. Real como la vida misma. muy bien,carpino

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  6. Bueno, yo la constitución de 1978 no la veo mal en gran medida, pero sí que veo que es necesaria la reforma de su Titulo VIII desde ya, porque ese Título es el causante de que España este mas desunida que nunca y haya tan poco sentimiento patriótico en las nuevas generaciones de hace unos 30 años para acá.

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  7. "La crítica al proceso de la transición no es ni puede ser, a estas alturas, una defensa del franquismo..."

    Totalmente de acuerdo. Cada vez que me cisco en esta Constitución y en la Transición siempre hay alguien que me espeta: !¿Qué quieres?! !¿Otra dictadura?!
    Y se lo dice a alguien -servidor- que nació cuando Franco llevaba casi 15 años debajo del hormigón. Valiente ignorancia.

    CONSTITUCIÓN ABOLICIÓN.

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  8. Por cierto, se me olvidada (soy el Anónimo 11:51):

    Apuntes interesantes sobre la Transición se dan en el programa nº 62 de La Gran Esperanza.

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