sábado, 7 de mayo de 2011

CUANDO A ALGÚN CURA LE MOLESTAN LOS NIÑOS...

Como no era la primera vez que un sacerdote interrumpía una Eucaristía o una ceremonia para decirnos a los padres de niños pequeños, eso sí con preciosas palabras,  que abandonáramos el templo, ésta vez, me he decidido a decir unas palabritas al joven sacerdote que nos acababa de expulsar.
Lo he pensado desde hacía tiempo: ¿cómo corregir a un sacerdote que mete la pata hasta el fondo, haciendo daño a tantos jóvenes con hijos que queremos seguir yendo a Misa? Pues con el Evangelio, para exigirle que sea como Cristo. En cuanto regresaba a la sacristía, le he dejado caer con respeto, pero de forma muy contundente:
“Mire usted, no es la primera vez que me echan de Iglesia diciéndome que mis niñas molestan. En el Evangelio dice claramente: dejad que los niños se acerquen a mí. Las niñas solo revoloteaban un poquillo y se podía soportar, creo que es fundamental para transmitir la fe que hemos recibido, acostumbrar a los niños a la naturalidad de asistir a la Iglesia,  creo que usted se ha equivocado. Aunque no me toca mi fe,  que mimo cada día para mantenerla, puede usted dañar a  muchos que se esfuerzan como yo, y vienen con los niños a Misa. Otros sacerdotes, la mayoría, están encantados y sientan a los niños en torno al altar y los niños, ensimismados con lo que ocurre, que es tan misterioso, con el color de la vidrieras, la majestuosidad del crucifijo,  o la presencia cariñosa de María, se portan estupendamente,   de forma milagrosa…”  El curita me ha respondido, que “si creía yo que eso de que los niños se acerquen a mí significaba que se podía fumar en la Iglesia o dar la comunión a un bebé”. (¿?). Añadió: “Que los curas nos distraemos con los niños que molestan porque no somos ángeles.”  Yo he pensado sin decir nada: “Usted no desde luego, porque es un triste y los ángeles deben ser simpatiquísimos, al menos mi ángel de la guarda, que me ayudó a enamorar a mi mujer que no me hacía ni caso (y tengo pruebas).”
En esto, una dulce feligresa me dice: “No tiene usted razón, sus niñas (tienen 4 y 2 años, las pobres) se portaban muy mal  porque mi sobrinito no se mueve del banco ni habla y sus niñas no dejaban seguir la ceremonia.” Le he contestado: “Disculpe, mis niñas deben ser satán, señora, pero su sobrino es un pedorro fijo.”
He terminado por pedir perdón al ofendido cura, que no ha aprendido nada. Yo, revuelta la conciencia,  aún pienso que debía haberme callado, aunque tampoco eso me convence ni me deja tranquilo. Pero me ha dado que pensar, y creo que los católicos nos quejamos de que todo el mal viene de fuera contra nosotros de los que nos atacan…Pero mirando dentro de la Iglesia, a mí me parece que entre las confusiones de unos,  las chorradas de otros, las traiciones de tantos, las fe a la carta de la mayoría,  los obispos acobardados y los curas que no se enteran, no hace falta que nadie nos ataque... Me encantaría saber qué pensáis de todo esto.

5 comentarios:

  1. Yo creo que posiblemente tontos como la feligresa que citas estén poniendo la cabeza como un bombo al pobre cura, pero en cualquier caso los niños no deben molestar a nadie pues Cristo nos dijo hacheros como niños para entrar en el Reino

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  2. A los que tenemos hijos, pensamos como tu. Hemos de cuidar que den la menor guerra posible,si. Pero eso de que un niño se esté "quieto" no es normal. Los niños son niños. Y si el sobrino (que no hijo) se estaba quieto, una de dos, o era mayorcito (10 años para arriba) o le tenian acongojado.
    Siempre he pensado que ese es el mayor problema dentro de los católicos. La gente que no soporta a los niños en misa, incluidos curas, y los padres que no los llevan por "no molestar". ¡¡Y luego nos quejamos que no hay feligreses!!

    Pues nada (esto es ironico) lo mejor es que el niño decida cuando sea mayor de edad si quieres ir a misa, y mientras tanto mantenerlos alejados de la iglesia.

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  3. Bueno,en primer lugar felicitarte Blas por ser el padre de dos hijas con lo joven que eres. Felicitarte a ti y a todos los padres que leen este blog, claro.
    En segundo lugar decir que no estoy de acuerdo con la postura que mantienes. Yo voy a Misa todos los domingos como católico que intento ser y si hay niños que no se saben comportar en Misa con gritos, lloros, que no paren de hablar, etc, prefiero que no vayan porque no dejan escuchar, distraen y molestan. Si son niños que saben mantener el respeto debido a la celebración de un sacramento, entonces no tengo problema en que asistan a Misa.
    La Misa es algo muy serio y hay que saber estar y respetar; los niños no tienen obligación de ir a Misa las fiestas de guardar hasta que no hagan la primera comunión, por algo es.
    De todas formas, en esto como en todo en la vida, hay que ser algo flexible y hay casos y casos. Pero los padres que lleven a sus hijos menores de 9 años (antes de hacer la primera comunión)a Misa, son ellos los responsables de que no molesten y sino que no los lleven, que se los lleven de paseo uno de los progenitores o se queden con algun familiar o amigo.

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  4. Yo tengo 3 hijos de 8 9 y 10 años y nos han acompañado a misa desde el principio (es decir, desde que estaban en el vientre de su madre). Cuando han estado revoloteando, les he pedido que dejasen de revolotear. Si molestaban o distraían, los he sacado del templo hasta que se han calmado. Cuando han llorado por ser bebés, lo mismo.

    He tenido enfados con ellos y les hemos reñido innumerables veces, porque no soy perfecto ni ellos tampoco, pero nunca un cura ha tenido que quejarse de mis hijos, porque para saber cuándo ellos molestan basta un poco de consideración por parte de los padres.

    Lo que no se me ha ocurrido en la vida es no llevarlos a misa hasta que hicieran la primera comunión, como Aspirante implica. Recomiendo justamente lo contrario. Si sirve de algo, compartir que hoy día los 3 son monaguillos en nuestra parroquia (oficialmente nombrados por el párroco, con sotana y roquete) y en las misas que pasan en el banco y no en el altar, adoran la Eucaristía como Dios se merece.

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  5. Yo no he dicho que no vayan a Misa hasta que hagan la primera comunión, he dicho que no es obligatorio que vayan a Misa hasta que hacen la primera comunión.Si se tiene hijos movidos y desobedientes, pues no se les lleva a Misa y asi no se molesta.
    Si a un niño no se le lleva a Misa no significa que no se le pueda hablar de Jesús, ni hacer que lo vaya conociendo y queriendo; aunque lo ideal es que asistan a Misa, no digo lo contrario.

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